23/12/09

LA BOLA DE FUEGO



La oscuridad reinaba sin concesiones. La penumbra y las sombras se cernían sobre el imperio de la Luz. En aquel tiempo, el reino de las luminarias, había sufrido un gran apagón debido al secuestro de sus luciérnagas luminiscentes. Aquel extraño suceso perpetrado por los ladrones de luces se había originado en la hora sexta, mientras los dioses contaban los granos de los relojes de arena de la región de las dunas. Los caballeros de las sombras, ladronzuelos usurpadores de energía, se habían propuesto absorber, uno a uno, los generadores de luces provisionales que habían sido colocados tras el fatídico apagón general. (Apagón, que no había contribuido a incrementar la población de pequeños etéreos ya que las féminas sufrían aquejadas de una extraña dolencia cefálica.)


Logan, caballero de la orden de los cruzados etéreos, observaba incrédulo el firmamento en el preciso instante en que una bola de fuego incendiaria lo surcaba dejando su estela. Poco a poco, su haz de luz se hacía más intenso para finalizar sumergida en la laguna acristalada evitando ocasionar emisiones de gas. La laguna, reserva natural en la que habitaban todo tipo de especies protegidas de fauna y flora, era considerada por los etéreos como el jardín de las delicias del reino de la luz. En aquel paraíso original convivían sin estrés, aves, plantas, árboles frutales y animales mitológicos. Aquella bola incandescente, al hundirse, había provocado un volcán de miles de burbujas efervescentes que flotaban como pompas jabonosas caldeando la temperatura del lugar y, dentro de ellas, se desplazaban diminutos duendecillos, hadas y ninfas. Este era un medio de transporte ligero propiciado por el constante aleteo del escuadrón de quimeras descomunales que sobrevolaba el paraje evitando la intromisión de los usurpadores de energía.

Logan, apodado ‘el espía’, había sido designado por el consejo de los desdobladores de mentes para acercarse y comprobar, in situ, el alcance de las emisiones. Logan era un hombre excesivo en sus formas y muy arrogante. Atrincherado con su coraza negra y su casco, intentaba ser más rápido que su sombra que era escueta y evasiva.

- Por fin tendremos agua caliente para uso clandestino- Comentó Logan bajándose de su vehículo a dos ruedas, un omicrón último modelo con alas en su rodamiento que petardeaba cada vez que Logan quería hacerse notar.
- La temperatura del agua ha subido 30º erios y la del aire 20º erios, esto es más que suficiente para evitar el enfriamiento del abismo- Explicó Jason a Logan, uno de los operarios que se encontraba midiendo la oscilación de las aguas termales.
- Los 'hidropasajes' (viajes en pompas de jabón) son lo de menos, lo importante, es que ascienda la temperatura del aire para evitar la congelación.- Indicó la retórica, Polis, al senador Aurio que sostenía una gigantesca lupa en su mano.


Polis, se había convertido en una mujer intrigante, nada complaciente, acostumbrada a tratar con Políticos y Cívicos (partidos ideológicos enfrentados) o lo que es lo mismo, farsantes de diversa procedencia. Ella era una mujer de actitud empecinada y, por ello, disgustaba al senador Aurio, siendo el orador, el único representante electo del grupo de los Políticos. Polis siempre tenía un interrogante a punto de salir de su boca y sus ojos eran dos exclamaciones.


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Aquella noche que había comenzado como cualquier otra sería recordada por los habitantes de la región cerebral como la más desconcertante de cuantas habían vivido. Al tiempo que la luz luchaba con la tiniebla por ocupar su lugar, se produjeron los hechos siniestros. Eran las ocho de la tarde y en el ambiente se podía percibir un cierto olor a cuerno de unicornio quemado. Tal y como acontecía desde la noche de los tiempos, el ritual del encendido lumínico comenzaba con una coreografía (de ballet) interpretada por ninfas, duendes y diversa fauna folclórica en el lago de los cisnes, cerca de la laguna.
En aquella ocasión, los habitantes del reino se habían cubierto de lágrimas, no siendo este el motivo del apagón. Un antihéroe, conocido entre sus intimos como ‘el antagonista’, era el encargado de darle a la palanca de la luz y al enredarse entre los hilos de las Moiras había caído sobre la tecla equivocada, provocando así, un cortocircuito al fundir todos los plomos del reino. Esta singular parodia fue utilizada por los usurpadores de energía que, con nocturnidad, alevosía y ensañamiento, se apoderaron de las luminarias desconectadas y desconcertadas.

Continuará…


Esther Ferrer Molinero



15/12/09

LUCINDA Y LOS RÍOS AFRUTADOS






Lucinda se asomó al balcón para sentir en su lozano cutis el soplo de una brisa muy aromática, en el instante, en el que despuntaba la primera claridad del día. Aquella mañana de septiembre, pese a los azarosos vaivenes del viento, el aire, desprendía un aroma afrutado y maduro, anunciaba que la época de la vendimia estaba próxima.

Dioniso siguiendo fiel a su ritual, año tras año, era el encargado de organizar la gran bacanal para conmemorar que la diosa de los campos, Deméter, había realizado todo lo que debía, aquello que anteriormente habían tejido las Moiras, quizá. La cosecha, según lo establecido, estaba en su punto, se podría hacer ambrosía con las uvas maduras o, incluso, néctar e hidromiel. La diosa de la cosecha trabajaba siguiendo un patrón de guía muy meticuloso, sembraba de un soplo de izquierda a derecha, lloraba unas cuantas lágrimas de angustias abonables, para después atraer una gran tormenta sobre lo anteriormente plantado. Últimamente se encontraba, un día sí y otro también, haciendo de plañidera por los campos arados.

-Hoy he madrugado mucho así que, querido Eolo, deja lo que estés haciendo para un mañana no tan cercano, me tienes que echar una mano, mejor dicho un soplo- añadió Deméter a ritmo de rapsodia.
-No te preocupes, querida, ya que yo sigo el tempo que me marcan las estaciones y por supuesto el que dictaminas tú, mi querida diosa, nunca he querido convertirme en un fruto amargo sin un futuro cierto- explicitó Eolo sin mayores contemplaciones.


Entre tanta confusión, a ritmo de una Rapsodia Húngara de Liszt, se cosechaban los campos con la inestimable ayuda de los dioses y no muy lejos de allí se encontraba, Lucinda, internada en el bosque floral emanador de efluvios fantasiosos y terapéuticos. La niña se había adentrado en la espesura del bosque, en su escondite preferido, aquel que sólo conocía ella y, sin poder evitarlo, había tropezado con un hilo rojo muy llamativo oculto entre la maleza. El hilo poseía tres terminaciones nerviosas como si fuesen tres globos oculares de color rojo escarlata que parecían tener vida propia.

- Podrían ser las Moiras observándolo todo... - pensó Lucinda en voz alta.

En aquel momento, se le presentó un enorme dilema a la joven hada y siendo ella una personita de una curiosidad insaciable, decidió tomar el ojo de la izquierda para evadirse de un juguetón petirrojo que sobrevolaba intentando posarse sobre su enmarañada cabeza. Aquella mañana, tampoco, se había peinado.

-Deja de molestarme, fastidioso pajarraco, ¿no ves que nadie ha anidado en mi cabeza todavía? ¿Cómo sino iba a tener estos pelos deshilachados?- asestó Lucinda enfadada.
-Abandona ese hilo rojo, Lucinda, estás demasiado cuerda para seguir un hilo que no has tramado tú- respondió el pajarillo, que era uno de sus mayores confidentes.


Los frutos rojizos y olorosos de las vides comenzaban a explotar como glóbulos sanguíneos impregnándolo todo de un ambiente dulzón, azucarado e intenso. Cada vez que uno se rompía sonaba una nota diferente y de repente sin poder remediarlo, una alegre sinfonía animaba el entramado bosque. El cielo pálido se teñía, poco a poco, de un tono granado y la humedad, excesivamente pegajosa, estaba indisolublemente unida a aquella época del año denominada por los druídas del lugar ‘el tiempo de los ríos afrutados’.


- Puedes comprobar, amigo Petit (Petirrojo), que un hada como yo, en ocasiones, se deja llevar por esa sensación diluida que la acompaña a una cuando se encuentra en estado de irrealidad contenida- mascullaba Lucinda buscando a su pequeño amigo.
-Estado muy habitual en tu persona y, a veces, no tan contenido- insistió Petit, en un piar muy bajito para que ella no lo advirtiese.

Los oráculos de las pitonisas más lenguaraces, dedicadas a leer la buena fortuna de altivas diosas famosillas, muy conocidas en actos sociales varios, habían desvelado designios sustanciosos y aquella jornada, se vaticinaba como excepcional en el Olimpo de los dioses. Estas palabras habían salido expedidas de la boca de la pitonisa mayor, cuya lengua se desenroscaba como una alfombra roja:

“¿Qué es la decadencia? ¿Una involución?
Soñar que caes en un abismo interminable.
¿Qué es la permanencia? ¿La revolución?
Soñar que descansas en un nicho amable.
¿A quién le intrigan tus veladas pesquisas?
Falsaria empedernida deja de interpretarte.
Hallarás el ojo de la luz flotando en el río.
Morirás cuando se extinga el último etéreo.”

Continuará...


Esther Ferrer Molinero

ESPACIO, FRÍA LUNA ( La musa enferma)


Inspiras y espiras...
Cristales añicos,
espejos vahídos.
Expiras y exhalas...
Imágenes talladas,
retinas robadas.

Te desnudas, musa pálida, ante la laguna hiriente,
tibio despojo anuncia la claridad de tu voz pausada.
Tu sabor gélido se entremezcla con tus lágrimas,
calladas, ausentes y templadas. Espacio, fría luna.

Inspiras y espiras...
Cristales añicos,
espejos vahídos.
Expiras y exhalas...
Imágenes talladas,
retinas robadas.

Desgarrada angustia, llanto abandono y necesidad.
Sumergida en el frío de la noche oscura, cuarteada.
Abandonas tu aliento, lentamente, musa retardada.
¿Duermes? Ensueño profundo y placentero. Sueño.

Inspiras y espiras...
Cristales añicos,
espejos vahídos.
Expiras y exhalas...
Imágenes talladas,
retinas robadas.

Cierras todas tus ventanas con la llave de la vida,
sellas lacras angustiosas, abismo aciago perpetuo.
Desgajado corazón tintero, supura sangre blanca.
El invierno otorga duelos y quebrantos yermos.

Inspiras y espiras...
Cristales añicos,
espejos vahídos.
Expiras y exhalas...
Imágenes talladas,
retinas robadas.
ESPACIO, FRÍA LUNA...


Esther Ferrer Molinero.

8/12/09

EL REINO DE LA LUZ


Érase una vez... hace millones de años, en una tierra muy lejana más allá del abismo de la incertidumbre, un lugar que había permanecido al margen de toda civilización, inaccesible, enigmático pero a la vez seductor.


El viento gruñía en aquel tiempo con fiereza y se escuchaba su lamento al fondo del cerro, en el cañón. Una ráfaga arrastraba el polvo del desierto situado en los confines del reino de Hades, al otro lado de la vida. El territorio elegido para soñar era un paraje recóndito apartado de la mano de los dioses, sólo se podía avistar desde una perspectiva muy elevada de la región cerebral (montes muy escarpados), ya que sus valles encajonados no permitían vislumbrar sus espectaculares luminarias sin poseer 'el ojo de la luz' (amuleto mágico de color ámbar).

Los habitantes autóctonos de esta tierra denominados 'Etéreos' se caracterizaban por poseer una mente abierta de actitud independiente y grandes ideales. Estos individuos de gran capacidad no destacaban especialmente, ya que no habían encontrado su lugar en el mundo. Habían sido iluminados por el conocimiento alquimista, siendo su principal preocupación la búsqueda de la felicidad para toda la comunidad; así vivían anclados en un ideal inalcanzable, peleando hasta la extenuación por hallar la verdad, su mayor descalabro y contrariedad. Los Etéreos buscaban una única finalidad consistente en lograr la claridad de ideas en un mundo de ofuscados serviles. Los caballeros Etéreos libraban su particular enfrentamiento con los paladines de las sombras, temidos adversarios conocidos bajo el nombre de 'Usurpadores de energía'. Estos seres mucho más complejos, enrevesados y malignos se autoabastecían unos a otros siguiendo una jerarquía de dominio, eran claramente la especie a extinguir por pertenecer a una estirpe de la peor calaña. (Apodados 'ladrones de luces'.)


Cuenta un oráculo de pitonisas viperinas y deslenguadas, que se había producido en aquel tiempo una convención de Desdobladores de mentes, en la que se había acordado una alianza como única salida para la liberación de los oprimidos Etéreos. Los Desdobladores de mentes eran los sabios del lugar, guardaban en su memoria varias vidas, atesoraban la historia transmitida por los ancestros y la esperanza de nuevas generaciones, por ello, eran el último reducto de la energía de la que antaño se había disfrutado y se erigían como el germen de una posible sublevación de la luz.


Se aproximaba el tiempo de la alianza entre Etéreos y Desdobladores de mentes y sólo podían conseguirlo utilizando la magia como hilo conductor traspasando la barrera entre lo real y lo ficticio. Tan sólo unos pocos, los Elegidos, llegarían al conocimiento pleno y verdadero. Estos iniciados tenían la capacidad de hacerse invisibles y, de este modo, conseguir viajar hasta el Olimpo de los dioses para contactar con una hada en ciernes llamada, Lucinda. La joven hada era portadora del enigma de la Esfinge del ojo de la luz, manteniendo en su poder la bola brillante con la que poder vencer a los Usurpadores de energía...



Esther Ferrer Molinero



3/12/09

MAGIA


Era un día soleado, en un lugar remoto del Olimpo. La mañana que había comenzado con el tintineo de la lluvia al caer, se había enmudecido ante una nítida claridad sólo atenuada por el rumor de las aguadoras al acercarse con sus cántaros a la fuente de las ninfas.

Lucinda, hada mayor de cinco hermanas, regresaba con el cántaro medio lleno, aunque llevaba el vestido de los domingos hecho jirones y su madre, la gran hada del norte, la esperaba para que le acompañase a la runión dominical (gran congregación de hadas a las doce del mediodía.) Intuía que no le haría ninguna gracia que apareciese de aquella guisa y se las ingenió para retrasarse más de la cuenta, inhalando menta fresca.
El camino que transitaba hacia el páramo era el menos visitado, pero el más peligroso. Decían los lugareños que era frecuentado por druidas, brujos enganchados a las malas hierbas, gárgolas escupidoras de fluidos acuosos, quimeras en su día de asueto y grifos venidos del inframundo. El suelo, una alfombra multicolor, estaba tapizado de una gran variedad de especies aromáticas, por esta razón, el que inspiraba muy fuertemente sufría toda clase de experiencias fantasiosas y alucinaciones varias.

Lucinda, canturreando, se había adentrado sin preocuparse en la zona más exuberante del bosque, esperando encontrar así la relajación de los efluvios emanados por las plantas silvestres. La aspirante a hada no se había percatado de la existencia de un personaje peculiar y extravagante que se encontraba recostado sobre una piedra, al final del camino. El espécimen era de un tamaño minúsculo, poseía unas orejas puntiagudas y una indumentaria verde menta. El hombrecillo, al notar su presencia se incorporó y al tiempo que se estiraba, comenzaron a alargarse sus extremidades convirtiéndose en un individuo de estatura normal. Al acercarse, Lucinda, comprobó que no parecía del todo humano y para cerciorarse le pellizcó una de sus mejillas sonrosadas.

-¡Hola, hombrecillo! – añadió Lucinda desconfiada. - ¿Quién eres?
-¡Hola, chiquilla descortés! Soy un mago encantado, convertido en duendecillo y tú puedes liberarme sólo si confías en mí. – dijo el elfo entusiasmado con voz muy profunda.
-¿Qué tengo que hacer para liberarte? – exclamó Lucinda con los ojos fijos en los del duende, sin dar crédito a lo que oía.
-Ofrecerme el agua de ese cántaro y en un breve espacio de tiempo hallarás lo que tú desees.

Lucinda no dudó, cedió el cántaro al elfo y se marchó repitiendo, una y otra vez, las palabras que el mago había mencionado, evitando así caer en el influjo del aroma alucinógeno del bosque.
Al cabo de unos días de regreso a casa, en aquel mismo lugar, encontró un trébol de cuatro hojas y al lado, una piedra con destellos encerrados en su interior. Levantó la piedra y la estrelló contra una roca observando que se trataba de una bola de cristal irrompible, muy brillante, y que su interior estaba habitado por un mago en miniatura. La bola poseía un valor especial para un hada ya que podía predecir el incierto futuro. Lucinda no volvió a tropezarse con el hombrecillo pero nunca jamás dudó de aquello que le había confiado el mago.

Esther Ferrer Molinero

JUZGADA VERDAD


Me siento en el estrado muy centrada ¿será el de los acusados?
Para hablar de la ignominia del infame amedrentado que señala,
sin saber que el reo de muerte no ha sido juzgado, por suerte.
Me levanto con la verdad en la frente y una mente discerniente,
en la disyuntiva no atina el sentido del que ha encontrado su razón.
La verdad más subjetiva, que pudiera ser falaz y farsa ¿no es real?

Si el objeto de la prueba no es veraz, la prueba nunca ha existido.
¿Y en el caso de que el reo haya sido un aliado de las Moiras viles?
En su defensa audaz siempre queda el sufrido beneficio de la duda.
El que creyendo en el engaño piensa que su hora fatal ha llegado,
no entiende que la verdad certera es la lucha del que nunca ceja.
¿Y en el caso de que la verdad sea una locura de interés cegado?

La espera del inculpado habría merecido la pena, si es absuelto.
Un sentenciado no litigará lúcidamente sin probar sus artificios.
Le espera la horca y la soga censora es un lazo pesado, ahoga.
¿Quién ha decidido que muera si la balanza ha decantado su sino?
La fatalidad de los que mueren siendo su vida su única morada,
la realidad del que cree que su verdad nunca será comprobada.

¿En qué momento comencé a entender y cuando dejé de ignorar?
Cuando presionaba la soga, en ese momento comprendí la verdad.
La vida no es una cruzada sin fin luchando en una guerra amañada.
He librado batallas encarnizadas en campos profundos y yermos,
ahora, sólo me queda luchar porque la verdad sentencia a la muerte.
No creo en los farsantes de falsas comedias, tal vez, en la beligerancia.


Esther Ferrer Molinero

1/12/09

MALDITA VIDA


Malditos, los muertos indolentes en vidas juzgadas,
malditos, los que ansían de la farsa comedia el soplo.
Malditos, los del garrote vil y la salvaje Inquisición,
malditos, los que desaparecen sin un hueco borrador.
Malditos, los que de sombras gélidas tiñen sustancias.
¡Maldita vida, maldita suerte, maldita hora de muerte!

Siento frío, siento muerte, siento escarchadas venas.
Siento antárticas pulsiones, que desencajan mis penas.
Malditos, los confundidos porque amaban la verdad.
¡Maldita sea mi suerte, maldita vida, maldita falaz!

Malditos, los no nacidos porque han sido anulados,
malditos, los que esperan su soga en el cadalso.
Malditos, los arrogantes, engreídos y soberbios,
malditos, los falsos amantes si no sienten frenesí.
Malditos, los represivos maltratadores de la mente.
¡Maldita vida, maldita suerte, maldita hora de muerte!

Siento frío, siento muerte, siento escarchadas venas.
Siento antárticas pulsiones, que desencajan mis penas.
Malditos, los confundidos porque amaban la verdad.
¡Maldita sea mi suerte, maldita vida, maldita falaz!


Esther Ferrer Molinero

29/11/09

SUEÑOS DORMIDOS (La Musa Enferma)


Tras la cortina sutil, atisba entreabierta la duda temerosa.
La arrogante musa ansia volar, el aniquilador de sueños,
administra somníferos. La rosa, fluida roja, sufre olorosa.
Duerme si en tu sueño no tienes cabida. ¿Inciertos sueños?

Duda dormida, llagas vencida.
Frágil y desnuda, ¡duda cruda!
El corazón tintero supura gota,
lágrima roja, espumosa brota.
¿Dudas amor? La duda te mata.
¿Sufres musa? ¡Médula sangra!
Si el amor era un eco dormido,
deseo vivir en el sueño perdido.

El tiempo es un espacio vacío, el lapso, su hueco omitido.
Hallar la clave, la fusa debía. Grave error, afecto no había.
Ya no dudo, pues la certeza me arrastra. ¡Digno corregido!
En la oscuridad, un farol, es guía que ilumina al aturdido.

Duda dormida, llagas vencida.
Frágil y desnuda, ¡duda cruda!
El corazón tintero supura gota,
lágrima roja, espumosa brota.
¿Dudas amor? La duda te mata.
¿Sufres musa? ¡Médula sangra!
Si el amor era un eco dormido,
deseo vivir en el sueño perdido.

Invertidas intenciones asoman, el ataque es la defensa.
Divertidas expresiones rompen lanzas, reverso doble.
Composición imprecisa, acuarela desleída y adversa.
El amor ya no duda, si la mariposa que nace es oruga.

Duda dormida, llagas vencida.
Frágil y desnuda, ¡duda cruda!
El corazón tintero supura gota,
lágrima roja, espumosa brota.
¿Dudas amor? La duda te mata.
¿Sufres musa? ¡Médula sangra!
Si el amor era un eco dormido,
deseo vivir en el sueño perdido.


Esther Ferrer Molinero

27/11/09

ELOGIO A LA ESTULTICIA O A LA LOCURA


¡Mísera, descastada, pobre infeliz!
¿Cree una ingenua reírse de mí?
Pobreza de espíritu nunca poseeré,
pues otros más pobres que yo veré.
La desmantelada burla es incierta,
si el bufón clandestino no acierta.

Cual culebra serpentina, clavas espina.
¿Crees que me puedes matar? ¡Ilusa!

La malvada ladina en su malicia,
especula que el poder es agravio,
hiriente ser, insensato descalabro,
¡qué funesta su pericia y estulticia!

Cual culebra serpentina, clavas espina.
¿Crees que me puedes matar? ¡Ilusa!

Anotaciones insulsas y macilentas,
Comentarios mustios y deslucidos,
¡Opiniones! No son de mi agrado.
¡Qué razón suministra dirección,
pues no existe esa comunicación!

Cual culebra serpentina, clavas espina.
¿Crees que me puedes callar? ¡Ilusa!




Esther Ferrer Molinero

20/11/09

ROSAS ROJAS (La Musa Enferma)




De rosas rojas, la musa pálida, inyecta sanguinolentas mejillas,
nidos en su cabeza, desentrañan púas, de escuálidas horquillas.
Moiras enlazan hilando, en su pelo enredado, enhebran notas.
Trazan su sino, devanado la suerte, deshilachan hilos de muerte.

Amor amado, amor desesperado,
amor callado, amor desenterrado.
Quiero poseerte, amor indiferente,
no deseo perderte, amor naciente.
Soñaba que el amor era un sueño,
amaba si soñaba, el corazón dueño.

Erato acaricia su lira, rasgando afloran, inquietantes loas.
¿Sueñas musa una ficción? ¿Vives en una ilusión? Gozas.
Signos quejidos aplacan versos amantes y entonan trovas.
La Esfinge formula un enigma acertijo ¿Un jeroglífico?

Amor amado, amor desesperado,
amor callado, amor desenterrado.
Quiero poseerte, amor indiferente,
no deseo perderte, amor naciente.
Soñaba que el amor era un sueño,
amaba si soñaba, el corazón dueño.

La musa enferma, a un bosque arcano y lejano ha llegado,
inspirando esencias, de embrujos filtros atraída, adormecida.
La mustia abrasada, un trébol de cuatro hojas, se ha topado.
La ilusión florece, savias reverdecen. ¿Alentará a la decaída?

II
Amor amado, amor desesperado,
amor callado, amor desenterrado.
Quiero poseerte, amor indiferente,
no deseo perderte, amor naciente.
Soñaba que el amor era un sueño,
Amaba si soñaba, el corazón dueño.

Valkirias cabalgan incansables, galopan suspendidas en el aire,
trompetas y timbales, anuncian la llegada. Una dócil cabalgata.
La musa doliente conduce su sino, recupera su corcel destino.
Vibran flores en praderas, surgen lirios en valles y laderas.

Amor amado, amor desesperado,
amor callado, amor desenterrado.
Quiero poseerte, amor indiferente,
no deseo perderte, amor naciente.
Soñaba que el amor era un sueño,
Amaba si soñaba, el corazón dueño.




Esther Ferrer Molinero

10/11/09

LA PÁLIDA FLORECE (La musa enferma)


Musa muerta, ¿envuelta en llamas has soñado abrasada?
Mortificada, tiritando en carne fría, sobre tu almohada.
Desde mi sepulcro cubierto, horadada de dolor, tiemblo.
El caballero acorazado, arroja lanzas; púas agujas, clava.

La blanca pálida florece,
ardiente savia reaparece.
Espumosos ríos de lava,
desbordaban tintas grana.
Pulsión sangrante pasión,
desconcertante aflicción.
Mutismo cesa en nichos,
secas fosas, abren bichos.

Entre crujidos y dagas, la enferma, se incorpora al alba.
Partiendo sus alas, surca el cielo. El sueño eterno, acaba.
Deprimido destino, la musa fusa, pretende eludir su sino.
Lucha encarnizada, flagrante jornada ¿cruzar sin tino?

La blanca pálida florece,
ardiente savia reaparece.
Espumosos ríos de lava,
desbordaban tintas grana.
Pulsión sangrante pasión,
desconcertante aflicción.
Mutismo cesa en nichos,
secas fosas, abren bichos.

¿Por qué te extrañas? Aguardo sola en esta encrucijada.
Dispuesta cedida alma, el borde del precipicio, inflama.
No deseo sucumbir a la suerte maldita, no cejo en vivir.
Rastreo sendas amadas, melancolía, nunca anhelé morir.

La blanca pálida florece,
ardiente savia reaparece.
Espumosos ríos de lava,
desbordaban tintas grana.
Pulsión sangrante pasión,
desconcertante aflicción.
Mutismo cesa en nichos,
secas fosas, abren bichos.

La desangrada, surge doliente desde su tumba ultrajada.
Despojada, la muerta, de albas escarchas, descubierta.
De cicatrices profundas, su encarnadura, es cauterizada.
¿Tejer vanidades con hilo dorado? ¿Burlar a la siniestra?

La blanca pálida florece,
ardiente savia reaparece.
Espumosos ríos de lava,
desbordaban tintas grana.
Pulsión sangrante pasión,
Desconcertante aflicción.
Mutismo cesa en nichos,
secas fosas, abren bichos.

El azaroso ha partido una lanza serpentina, cruje sanguina.
Restauras corazón tintero, de trozos añicos, ¡musa, ladina!
Lamentos chillidos, desgarros, perforan sonidos tristes.
Despliega tus alas, fluye altiva; desde la cripta resurges.

La blanca pálida florece,
ardiente savia reaparece.
Espumosos ríos de lava,
desbordaban tintas grana.
Pulsión sangrante pasión,
Desconcertante aflicción.
Mutismo cesa en nichos,
secas fosas, abren bichos.


Voz en off:

Amo. Amor amado, querer desesperado.
Quiero. Querer amor, sentir enamorado.
Siento. Sentir pasión, amor entusiasmado.
Quiero Amor, Quiero Amar.
Esther Ferrer Molinero

28/10/09

HUIDIZA ADORMECIDA (Mariposa musa)


I
Huidiza adormecida, bajo los flancos de la vida.
Sin aliento, cobijada en calma, en su lecho tibio.
Huérfanos prematuros, de un día ciego y oscuro.
Raya el sol, plazo viejo, colores surcan el cielo.

Vanas venas, vagas velas,
lanceros del arco lucero,
verdes biliosas miradas,
encenagadas moradas.
Celosías inquietantes,
suspiran ecos amantes.

Amaina tormenta, claridad ufana, huecos grises
tiñen de rojo inquietante, gritos en sus entrañas.
Acaso ocaso caído, crepúsculo desleído, claman.
Desgarrando a la durmiente. ¡Musa, altiva triste!

Vanas venas, vagas velas,
lanceros del arco lucero,
verdes biliosas miradas,
encenagadas moradas.
Celosías inquietantes,
suspiran ecos amantes.

Tus sanguinas no lloran, entonan Ninfas Sirenas.
En el lugar donde moras, crisálidas languidecen.
Despedaza noches, rompe el día su vil monotonía.
Alas de abanicos despliega, mariposas reverdecen.

Vanas venas, vagas velas,
lanceros del arco lucero,
verdes biliosas miradas,
encenagadas moradas.
Celosías inquietantes,
suspiran ecos amantes.
II
CORO DE MUSAS
I
Las musas a una fiesta han acudido,
de una alfombra de flores sangrantes,
sus espinas picudas han extraído.
Olorosas rosas, fuente del mal.
II
Impregnando el sueño ausente,
la desdicha del cielo enlosado
atrapa la duda y sus mentes.
La enferma, dormirá eternamente.
III
Sus afines disfrutaban del canto,
tiaras punzantes laceraban sus mantos,
sus latidos endulzaban, frutos amargos.
IV
Cruzando perdidos en la inmensidad,
navegantes de barcos y espigas.
Espolones de naves enemigas.
V
Triunfantes perdedoras
de una fiesta inaudita y ocurrente
ingeniosas horas, festividades yertas.
VI
A un ágape en la honra de la enferma,
Zeus, su padre, las ha congregado,
liras y cantos delirios, han coreado.
VII
La enferma yace embelesada
por un amor no correspondido,
Melancolía de amor no vivido.



Esther Ferrer Molinero

19/10/09

SOÑAR QUE UN DÍA ERA TRISTEZA (La musa enferma)



I
Soñé que la fortuna era sonrisa,
rueda rolaba en juicio inverso.
Soñé que rondaba en un soplo,
Eolo de ida y vuelta, reverso.

Sin dilaciones letales huesudas,
acariciando calaveras funestas,
muerte ausente, amante infiel.
Vampíricas ficciones perversas
de sangres y vidas derramadas,
presagio incierto, vías cruzadas.

Amante musa abandonada,
enferma latente despreciada,
¿sangra tu herida venal? gotea.
¿Hercúleas turbas, balancea?

Sin dilaciones letales huesudas,
acariciando calaveras funestas,
muerte ausente, amante infiel.
Vampíricas ficciones perversas
de sangres y vidas derramadas,
presagio incierto, vías cruzadas.


II
Creí que la fatalidad era un sueño,
¿fantasía inanimada, pasión febril?
¡Corazonadas! ¡Estúpidas, musas!
La musa enferma debe sucumbir.

Sin dilaciones letales huesudas,
acariciando calaveras funestas,
muerte ausente, amante infiel.
Vampíricas ficciones perversas
de sangres y vidas derramadas.
¿Presagio incierto? vías cruzadas.

¡Qué le claven miles de dagas!
¡Qué perforen sus recovecos!
Desangrada, inunda los paraísos.
Artificial, es. ¡En el Parnaso, fenece!
Descansa sobre un lecho húmedo
y gélido, su corazón, aún crujiente.
¡Perece musa, no despiertes más!


Epílogo
Soñar que un día era tristeza, ¿soñar?
Cronos, un breve sueño gozaba, burlón.
Rondaba una fantasía, fumata de amor.
Dormir sigilosa su danza aérea, ¿volar?



Soñar volar, ¿amar amor?
¿Verdad fugaz? falaz ficción.



Esther Ferrer Molinero

30/9/09

EN RUINAS (La musa enferma)



Esculpe estatuas de sueños dormidos
que expiran en silenciosos escombros.
Del tintero sangrante, sepulta las gotas,
partituras pensantes, afinan sus notas.
Letras, granadas acciones. Desencanto.
Signos mudos sin voz, derruido llanto.

¿Quién sois, acorazado lancero, de las noches tibias?
Un hallazgo en el rincón oculto de la pútrida soledad.
El abismo no resguarda, obsesiva necesidad insomne.
Al escuchar el lamento del sollozo, veo mi rostro pálido.

Perfila imágenes de sueños dormidos
que expiran en silenciosos escombros.
Del tintero sangrante, sepulta las gotas,
partituras pensantes, afinan sus notas.
Letras, granadas acciones. Desencanto.
Signos mudos sin voz, derruido llanto.

¿Qué buscáis en tierra de nadie, suspendida, al acecho?
Huida sin salida, reflejos interiores, pánico. Desolación.
El hueco borrador no detiene el tiempo, sólo, la caída.
Inhalando su ausencia, en el cuarto siniestro, sin aire.

Bosqueja rostros de sueños dormidos
que expiran en silenciosos escombros.
Del tintero sangrante, sepulta las gotas,
partituras pensantes, afinan sus notas.
Letras, granadas acciones. Desencanto.
Signos mudos sin voz, derruido llanto.


Esther Ferrer Molinero

23/9/09

FRAGMENTADAS ALAS (La musa enferma)


El arco lucero desplegaba locura,
acorazado lancero, de clara luna.
Alumbra el destino, saja su suerte,
intermitente estela, funesta muerte.

Frío, ausencia cuarteada de la soledad certera.
Envite del destino, escalofrío, del espinazo tibio.
Aguarda, tiniebla desolada. Tempestad, espera.
Manantial dormido, fluye, deshielo cruje, alivio.

El arco lucero desplegaba locura,
acorazado lancero, de clara luna.
Alumbra el destino, saja su suerte,
intermitente estela, funesta muerte.

Calor demora la enferma, la pálida musa, gime.
¿Sosiego y tranquilidad? Confort sin necesidad.
Alumbrando penumbras, vive. Pujando, existe.
Turbante regocijo, duelo. ¿Complot o fatalidad?

El arco lucero desplegaba locura,
acorazado lancero, de clara luna.
Alumbra el destino, saja su suerte,
intermitente estela, funesta muerte.


Epílogo

Dibujaría, cada día,
un paisaje animado,
con pincelada suelta
Y un rostro afinado.

Evocaría, cada día,
impresionistas aves,
un cielo azul, trazaría,
en mi almohada de sueños
y miradas de ultramar.


Esther Ferrer Molinero

20/9/09

MUSA FUSA (La musa enferma)


Al Jardín de las Delicias, Erato, ha acudido.
Flores y gotas esencias, la musa, ha extraído.
Rasgando cítaras, atina. Liras y cantos, afina.
Arropando, a la pálida enferma, con su manto,
ciñe diadema de rosas, para aplacar su llanto.

La verdad certera ha encontrado,
la duda, traicionera, ha visitado.
Sus virtudes, sus mayores vicios,
deleites perforados, de orificios.

¿Es lícito pensar, es locura,
el ánimo de quien procura,
en su cura, el amor nacido
de la premura de lo vivido?

Sus dulces labios rebosaban sangrante miel.
Vaciantes besos, musa enferma, gel vergel.
Concupiscente pasión, sufre su acusación.
Pulsión rojiza, el entramado, ha desatado.
Fiel razón, balanza fija, dolor descalabrado.

La verdad certera ha encontrado,
la duda, traicionera, ha visitado.
Sus virtudes, sus mayores vicios,
deleites perforados, de orificios.

¿Es lícito pensar, es locura,
el ánimo de quien procura,
en su cura, el amor nacido
de la premura de lo vivido?


Esther Ferrer Molinero

DEVORANDO A SUS HIJOS ( Monstruos)


Sólo una mente aterrada y perturbada había sido capaz de crear al monstruo. La criatura, fruto de un instante lúcido, yacía agonizante presa de su creador. La bestia, en su lucha, se retorcía encolerizada e indómita, retenida por la angustia de una existencia no deseada. Incomprendido en su aberración, el Dios, se enorgullecía de su obra increpándola, consciente de haber alcanzado el culmen de su genialidad imperfecta. Esta vez, su creación, lo desbordaba evolucionando anárquica como una prolongación de su limitado universo.

Poco a poco, la negritud de la noche impenetrable y seductora, se cernía sobre el genio y su deformidad. La criatura, al borde del abismo, se debatía entre el mundo y el caos. El monstruo medraba, se multiplicaba, superando al dios cuya demencia decrépita y degenerada, se desvanecía en el ocaso. Los fogonazos de vivencias no recordadas, anunciaban luces y sombras en un mundo invadido de oscuridad y confusión.

¿Acaso los monstruos no buscan en su desesperación la libertad que los hace dueños de sus sueños? La sensibilidad, imperceptible para la evidencia, los condena al aislamiento y a la soledad.


Esther Ferrer Molinero

(28/9/2000)

8/9/09

ARMONÍA (La musa enferma)



Desde el reino del Hades armonizan
Orfeo y Eurídice, arpegios, amenizan.
La pálida su sino demora, si entonan
contraídas notas, pulsaciones, brotan.

¿Sierpes sientes? ¿Agujeros notas?
Punzón veneno, vanas venas rotas.
Pitón lancero, púa, aguijón certero.

Eurídice afina su canción, sin sombra.
Diluye en su perfil, a su amor alondra.
Efímera ninfa desvanece, huye y fenece.
Esbozada sonrisa, esencia surge y bulle.

¿Sierpes sientes? ¿Agujeros notas?
Punzón veneno, vanas venas rotas.
Pitón lancero, púa, aguijón certero.

Retardada infeliz, dilata ritmos lentos,
delicias concertadas, sonidos muertos.
Un solo infernal ruge soplando viento,
sus alas bufan caricias, de seda lienzo.

¿Sierpes sientes? ¿Agujeros notas?
Punzón veneno, vanas venas rotas.
Pitón lancero, púa, aguijón certero.

Orfeo, cantos amados agoniza. Lira
estrofas sangrantes, arias, sintoniza.
La enferma enjuga y orea lágrimas,
su alborotada melena, lima áridas.

¿Sierpes sientes? ¿Agujeros notas?
Punzón veneno, vanas venas rotas.
Pitón lancero, púa, aguijón certero.


Esther Ferrer Molinero

5/9/09

CARNES PÚTRIDAS (Monstruos)


Carnes atrapadas en un cuerpo corrupto,
desprendían un aroma intenso y dulzón.
Árboles de copas escabrosas, hierbajos
de un bosque devorado por hienas, son.


Ejércitos extraños, agonizan, sucumben.
Degradan llanuras, tempestades invaden.
Ideales descienden, transitando sus valles,
deslizan pendientes, mis hundidos males.


Mi melancolía... es un verso putrefacto.
Esther Ferrer Molinero

26/8/09

MUSA MEDUSA (La musa enferma)


Demacrada musa… ¿el lucero vahído, sueña?
Luciérnagas huidizas de Perseo caído, ciega.
Las Náyades, en ríos del Hades, nadan nudas.
Guiadas diluyen, insomnes faros y vías lunas.

Lluvia de oro, brillante brota,
rubia de lloro, radiante flota.
Flota brillante, rubia de oro,
Brota radiante, lluvia de lloro.

¿Obertura de Tannhäuser, crescente, tocan?
Medusas de ojos vidriosos y gárgolas, vuelan.
Miradas hieráticas, tornan esfinges en piedra.
Caballero acorazado, estatua de invisible tierra.

Lluvia de oro, brillante brota,
rubia de lloro, radiante flota.
Flota brillante, rubia de oro,
Brota radiante, lluvia de lloro.

Musa Medusa, ilusa fusa… ¿sangrante espera?
Pegaso alado, remonta, vuela, rugiente estela.
Óculos abren vías, destellos, cruzan y claman.
Ósculos parten miras, centellas surcan, aman.

Lluvia de oro, brillante brota,
rubia de lloro, radiante flota.
Flota brillante, rubia de oro,
Brota radiante, lluvia de lloro.
A mi hermana.

Esther Ferrer Molinero



11/8/09

PEGASO REMONTA (La musa enferma)



El innombrable remonta Pegaso.
Cruza tiniebla, aguarda, quimera.
Acorazado invisible ¿vuela raso?
Rúbrica sangrante, trazado estela.

Lluvia pluma, cielo plomizo,
turbia luna, hielo, granizo.

Desbordados ríos, afloran lágrimas,
en sus pozos secos, gimen ánimas.
Lanza en mano, inspiración, brota,
cabalga desiertos, polvaredas sopla.

Lluvia pluma, plomizo cielo,
turbia luna, granizo, hielo.

El inexistente, suspendido, se halla.
Caballero, corazón tintero, no calla.
Surcando letras granas y arenas rojas,
azarosas vías, dilemas, de venas rotas.

Lluvia pluma, cielo plomizo,
turbia luna, hielo, granizo.
Lluvia pluma, plomizo, cielo,
turbia luna, granizo, hielo.


Esther Ferrer Molinero

29/7/09

LEVEDAD (La musa enferma)


La pálida, sus alas ha desplegado,
desafiante, volatiliza presencia ¿volverá?
Inhalando el alma, sustancia y rosas,
rocían a Zeus, ninfas lujuriosas ¿tornará?
De aroma perfumado, transita el espinazo.
Goza, el recuerdo dulzón, del abrazo sutil.
¡Fragante Eros! ¿te empalaga su insistencia?
Sonido del desatino, tenue y frío ¿brevedad?
Cretino, rasga el destino, pulsa la nota,
del corazón de bálsamo y brota ¿levedad?

Amar y florecer, soñar y conquistar.
Vivir en duermevelas sufrientes,
caminar en sonámbulas mentes.
Amar y fenecer, soñar y despertar.

Esencias derramadas, pulsiones degradadas,
difamada inconsistencia pesa ¿volverá?
¡Muero pero no cejo! Caigo desplomada,
penando, reducida y agraviada ¿tornará?
Sinceridad encubierta, la musa muerta,
ultrajada. El acorazado, a musas rondaba.
Cleo desciende el telón, suspende tu función.
Amorcillos atrapados, huyen... ¿brevedad?
Aracné altiva, no enojes con tu hilar,
a los Dioses, diva. ¡Erato duerme! ¿levedad?

Amar y florecer, soñar y conquistar.
Vivir en duermevelas sufrientes,
caminar en sonámbulas mentes.
Amar y fenecer, soñar y despertar.

Esther Ferrer Molinero

21/7/09

SOÑAR, GRITAR (La musa enferma)



Soñaba. Pálida durmiente,
anhelos respiraba, hiriente.
Latido desgarro, enfermiza.
Olvido abandono, idealista.
Esencia hiel inhaló. Soñaba.

Cegó párpados sin llanto,
sellando, anegó huecos.
Labios resecos, sin ecos.
Grano de moler, polvo ser.

Soñaba. Suspendida tenebrosa.
¿Volar sin alas, cruzar a tientas?
Tristeza, ira derramada, marcada.
Saturando despensas ¿no aciertas?
ideales hundía, vivía. Soñaba.

Cerró párpados sin llanto,
sellando, anegó huecos.
Labios resecos, sin ecos.
Grano de moler, polvo ser.

Gritaba. Desde el vacío infierno,
cual lianas asidas, arañas heridas,
en paredes mohosas, prendidas.
Sino entretejido. Prieto averno.
Rugen notas bulliciosas. Gritaba.

Tapió párpados sin llanto,
sellando, anegó huecos.
Labios resecos, sin ecos.
Grano de moler, polvo ser.

Gritaba. Chillidos sordos susurros,
nunca fueron escuchados. Mudos.
Una portezuela se cierra. ¿Mundo?
Erato, desliza el telón. ¡Otra función!
Guillotina cae desplomada. Gritaba.

¿Soñaba la enferma? Gritaba…
¡Despierta! Retorna del Hades.
En Campos Elíseos, resucita.
Resurge, Orfeo, rasga tu cítara.

¿Soñaba la enferma? Gritaba…

Epílogo

Sufrir, amar, soñar, dormir.
Sufrir si el amado es un sueño,
es dormir para siempre.

Vivir, amar, besar, sentir.
Vivir si el amado es un beso,
es sentir al besar.
¿Soñaba la enferma? Gritaba...

Esther Ferrer Molinero

14/7/09

TETRAMORFOS DEL HADES (La musa enferma)


En Campos Elíseos mora,
yerta hora, muerta flora.
Yace cierta, duerme muerta,
yerra muerte, vuelca suerte.

Bestias iracundas transitan corredores de escombros añicos.
Monstruos sin cabezas, idolatría profesan a Luzbel caído.
Abaten llamas infernales, descomunales alas de abanicos.
Ardiente viva, levanta su losa, renace del sepulcro Diosa.

La enredadera de Cronos, atrapa el ritmo inverso. Decrece.
El horizonte lánguido se evapora, luciérnagas adormecen.
Menta del Hades, lujuriosa, en el jardín de las delicias, crece.
Bautizada, la pálida, leonas heridas, sanan. Ungüentos calman.

En Campos Elíseos mora,
yerta hora, muerta flora.
Yace cierta, duerme muerta,
yerra muerte, vuelca suerte.

La piel de toro ennegrecida, esparce semillas. Siembra
en campos desolados, que arrastran pensamientos ralos.
Deméter transfigura vinos, en frutos rojos sanguinos.
Carnes prietas tostadas al sol, sensaciones viscerales, son.

Aguilas de un nido interior cruzan formando escuadrón,
aireadas de viento, soplos del tiempo. Voladoras surcan
graznando desbocadas ¿musas suspendidas, zarpando sin alas?
En el jardín de las delicias han quedado, las musas, han conciliado.

En Campos Elíseos, mora,
cierta hora, muerta flora.
Yace yerta, duerme muerta,
yerra muerte, vuelca suerte.


Esther Ferrer Molinero

6/7/09

CABALLEROS ALADOS (La musa enferma)


Sombra acorazada sin razón, tenebroso sino sin suerte,
Besa sus labios fundidos, ahoga en su savia, gritos grana.
Trenzando pestañas de hilos prietos, la musa desvanece,
sobre su cama marmórea, seda trama, etérea, languidece.

Soledad insoportable encubierta, la yerta suerte muerta.


La ninfa de túnica alegre, abraza a la pálida enferma
de alas caídas y sombras leves. Luzbel, reverso asedia.
Tediosa incertidumbre, Eros plegado, se desmorona.
El caballero armado de roja arroja, en tiniebla loma.

El invisible despedaza el día, duerme, la muerte muerta.


Apocalípticas cavilaciones, estruendosas rachas vivas
reducen al jinete albino, enzarzado, en su corcel destino.
Gusanos lanceros supuran tintas flechas. Dardos crujen.
Arco lunar enfundando la noche oscura. Lucero dulce.

Soledad insoportable encubierta, la yerta suerte muerta.


Encrucijadas. Caballeros postreros al Hades claman.
¡Tanatos, la musa navega, segura surca la Estigia laguna!
Un yelmo invisible ha ganado ¿salvará a la viva muerta?
La ninfa emerge de las aguas y gime: ¡duerme la musa!

El invisible despedaza el día, duerme, la muerte muerta.
Soledad insoportable encubierta, la yerta suerte muerta.


Esther Ferrer Molinero

29/6/09

ERATO LIRA (La Musa enferma)



Erato lira, rasgando en su tibia cítara, olorosas rosas rosas
de cantos aniñados, Sirenas encrespadas, sus mares floran.
Acordados sinuosos, Silenos sigilosos, rondan ondas, rolan.
Entubadas de viento, lloran, filamentos del tiempo, flotan.

Sangre derramada chorrea tin, tin
de flores impregnada gotea tin, tin.
Tintineo sutil, salpica decantada,
tintineo buril, campaneo tintín.

Apasionada fluye, tinteros brotan y mojan rojas gotas.
Esparcida en sus briznas, pulsaciones, campanillas.
Arribadas denotadas, costas apaisadas, brisas, islas.
Tempestades aplacadas, avivadas vivas, se escalonan.

Sangre derramada chorrea tin, tin
de flores impregnada gotea tin, tin.
Tintineo sutil, salpica decantada,
tintineo buril, campaneo tintín.

Enlosada ciega grita, porosas tumbas, bichos braman.
Arboladas tormentosas, tortuosas rugen, ríos, claman.
Erosiones pronunciadas de elevaciones cunetas.
Destapada parlamenta, vasos de lienzos, ¿muerta?

Sangre derramada chorrea tin, tin
de flores impregnada gotea tin, tin.
Tintineo sutil, salpica decantada,
tintineo buril, campaneo tintín.


Esther Ferrer Molinero

22/6/09

INERCIAS Y PIEDRAS (La musa enferma)


La Ninfa llora, diminutas piedras. Sed fatal.
Senderos enlosados, cegada angustiada, nada.
Piedra angular, ojos vendados. Hidro miel.
Azúcar lacrimoso de comisuras grietas,
cavilando en sus gotas secas, la Ninfa, traga.

Piedras, llueven piedras.


Caminos tortuosos, ondulaciones fibrosas. Sien.
Insegura de pasos caídos, abismos y elevaciones.
Piedra secular, cabeza enlatada. Hiel mortal.
De larva a gusano, divagaciones sesudas,
cerebros espinosos, entrelazadas picudas.

Piedras, llueven piedras.


Rocas inertes se revelan causando muertes. Riel.
Cantos ruedan precipitados, líticas razones.
Piedra singular, músculo blando. Fiel moral.
¿Traqueteos de vías, cruces de vidas? ¿Nudos?
¿Sensaciones Cupido? Obsesiones tupido.

Piedras, llueven piedras.


Tres golpes asestados, de sangre macerados.
La angular la esquivó, inexperta no la vio.
La enlatada secular en la frente si encajó.
La fláccida singular, Diana cazadora, burló.
¿Ninfa, aguas corrientes limpian fuentes?

Piedras, sientes, piedras mientes.
Piedras, lloras, piedras moras…


Esther Ferrer Molinero

15/6/09

FÁCIL ES TRAZAR ARABESCOS (La musa enferma)


La Musa incansable, pálida enferma, transitaba en la memoria.
La impostada anidaba en su cabeza, entrelazada, cual madeja.
¿Musa, arrogante altiva, existe un camino fácil? ¿Volar, quizá?
La facilidad sin alas, subsiste relativa. Utilitarismos sin medida.
Fácil es trazar arabescos, sin poder truncar el hilo del que yo pendo…


¿Pájaros en la cabeza, danzantes asonantes, vuelan surcando cielos?
Musas inquietas, van y vienen. ¿Embriagada, presuntuosa, te hallas?
Vanidades engreídas se regodean, hilarantes sonrisas ríen llantos.
¿Las Musas alardean en tu cabeza? Falacias inventadas por Baco.
Fácil es trazar arabescos, sin poder truncar el hilo del que yo pendo…


Esther Ferrer Molinero

8/6/09

INVISIBLE MUERTA ENSANGRENTADA (La duda)


Pozo seco, angustioso llanto, aplacas.
Ojos fijos, miradas ausentes… ¿sueñas?
Imagen que la retina quiso perfilar.
Estiletes punzantes, crujientes amantes.
Diluida, muerta ensangrentada, ahogada…

Impresión foto-lógica visión ¿dudas?
Focos emergentes, vidriosos fundidos.
Aguados pantanos encenagados, son.
silenciosa sutil, sucesivos suaves.
Diluida, muerta ensangrentada, ahogada…

Visión invisible, misión intangible.
Transparentes cuerpos granas,
filman rodados ralentizados.
Líquidos fluidos… ¿cortan venas?
Diluida, muerta ensangrentada, ahogada…


Esther Ferrer Molinero

5/6/09

ENTRE-VISTOS/AS EN CONTRAPORTADAS GRATUITAS


CONVERSACIONES CON... MANEL FUENTES


Santiago, 5 de mayo, 2007




“SOY SUPER FAN DE LA TETA… LA TETA, SIEMPRE LA TETA”



Por Esther Ferrer


Manel Fuentes es licenciado en periodismo y posee tres premios Ondas en su haber. Ha liderado, en 2005, la vuelta de CQC compaginándola con el programa diario de Cataluña Radio ‘Problemes Doméstics’. Manel visitó Santiago para ofrecer una conferencia sobre información y entretenimiento y, posteriormente, dar el pistoletazo de salida a los conciertos de La Ascensión, tocando, en la Plaza do Toural con su grupo “Los Alimañas del Swing”.
Llega con ese aire masculino estilo ‘Bruce’ y sus gafas negras de “CQC”. Le propongo participar en un concierto interactivo al que le es imposible negarse, le cedo la palabra y sostengo la batuta que marca el ritmo, pues sólo puedo secuestrarlo durante unos minutos. "Si me vas a hacer fotos me voy a poner estupendo" comenta entre risas y más risas… después, se coloca las gafas negras.





- ¿La música que versioneas con ‘Los Alimañas del Swing’ es para amansar la fiera periodística que llevas dentro?
-
Lo hago para no pagar psiquiatra en Barcelona que está a 70 euros la hora y es muy caro.



- ¿Cuál es el instrumento con el que te sientes más libre, la radio, la televisión, el teatro… ¿ la gaita? (Ríe)
-
La gaita no la he probado, de momento, estoy con la armónica y no se da mal. Creo en los productos más que en los medios. La información sacia la sed de formación periodística que hay en mí y el toque de humor le aporta el punto de distancia y conexión con el público. El acto de comunicación máxima es el de subirse a un escenario y compartir canciones que todo el mundo conoce.


- Nuestro periódico es gratuito y de información local...
- Sois el futuro, amigos. Bueno, por no decir el presente- apunta Manel para cambiar el ritmo.



- Cuando vienes a Santiago, ¿qué es lo que te gusta hacer?- Retomamos la melodía.
-
He venido a Santiago en días ‘extraños’, recuerdo cuando vinimos los de Crónicas, fue una sensación muy extraña, fíjate lo estúpidas que pueden llegar a ser las vallas de contención, estas que se ponen para los actos e intentar frenar a la gente, parecíamos los ‘Beatles’, nos llevaba la policía e incluso chocamos con algún coche cuando nos íbamos. Tengo amigos que se han acercado aquí, ‘amiguetes’ y cuando vengo me paso algunos días en su casa con tranquilidad. Luego está el tópico de comer…




MANEL ES LA LECHE, ENTRE EL QUESO Y LA TETA






- ¿El marisquito, la tarta de Santiago…? ¿El orujo?
- Sí, no vamos a decir que no (carcajada). El queso, el queso… soy un superfan del queso. (No para de reír).


- ¿De cuál? (Río).
- De la teta, el de tetilla, la teta, siempre la teta…


- ¿Con denominación de origen? ¿La madre?
- Yo creo que la teta es la base de cualquier civilización. (Risotada).
"La teta es la base de cualquier
civilización"
- En cuestiones de trabajo, en estos momentos... ¿es
tás pensando en algún formato innovador?
-
Ha habido formatos innovadores con premios Onda y con otros premios a nivel de Cataluña. En la tele con ‘La Noche’ actualizamos el género, creo que sólo había el programa de Pedro Ruíz, luego, han florecido otros tipo ’late night’, que son una actualización de la entrevista de entretenimiento. El reto siempre está ahí, en este nuevo CQC. Todo hay que repensarlo a diario.
(¡Qué majete es y que bien toca todos los palos!)



- Para finalizar... ¿de qué color era el caballo blanco de Santiago? Se ríe…
-
Bueno pues creo que…blanco. ¿No? y si no que Cristian me diga que en el CQ Test la he cagado, porque es pregunta de CQ Test.



Como dijo Woody Allen "la comedia no es más que tragedia y tiempo" y a mi me hubiese gustado disponer de más tiempo…



ENTRE-VISTOS/AS EN CONTRAPORTADAS GRATUITAS



CONVERSACIONES CON... MAXIMINO ZUMALAVE


Santiago, 27 de septiembre, 2007




“EN LA MÚSICA MÁS QUE FUSIÓN EXISTE
CONFUSIÓN




Por Esther Ferrer


Maximino Zumalave, biólogo marino, Director de orquesta y pianista compostelano, fundador de la Real Fhilarmonía, Director del Coro Universitario y académico de la Real Academia de Bellas Artes, nos desvela su pasión por la música.
Maximino, hombre de una sensibilidad artística altamente desarrollada, enamorado de su ciudad natal, Santiago, no repara en elogios y referencias histórico-artísticas. Hemos concertado con el maestro un “solo” en el Hostal de los Reyes Católicos.


- ¿Un buen comienzo sería una "Tocata y fuga"?
- Un buen comienzo y un buen final. Es un género muy brillante también es un buen final, suscita el aplauso.


- ¿Ser discípulo de Helmuth Rilling marca un "tempo"?
- Marca un conocimiento profundo de la música, marca unas líneas de estudio y marca un significado en la composición. De la "Tocata" la brillantez y de Rilling la profundidad del concepto.

- ¿Le gusta la alternancia de instrumentos solistas, ya que ha trabajado con diferentes intérpretes?
- Un solista debe interpretar un concierto en conexión con los demás, debe concertar, necesita que sea una unidad. El trabajar con diferentes solistas proporciona un enriquecimiento personal.


- ¿Haber traído los cursos de la “Internacional Bach Academie” ha sido un logro?
- En el año 92-93 entre el alcalde y yo ayudamos, gracias a mi relación con Rilling ya que el Barroco en Santiago es un estilo muy representativo.


- ¿Qué piensa de que no haya un teatro de la ópera en Santiago?
- Existen grandes limitaciones de espacio. Hace poco se ha programado Wagner en A Coruña y se tiene que realizar en versión concierto. Actualmente, no existe un gran teatro de la ópera en Galicia.
- ¿Cómo calificaría el panorama musical actual?
- Actualmente, en la música más que fusión existe confusión.

- ¿Qué político de los actuales tiene un mayor sentido musical?
- Sin desmerecer a los actuales, debo remontarme al pasado reciente. Xerardo Estévez contribuyó a que Santiago y su “Auditorio” fuesen una clara referencia en Galicia con sus programaciones excepcionales. Se extraña la acción de Xerardo Estevez.




"Los melómanos extrañamos la acción de Xerardo
Estevez"

- ¿Ha colaborado en grabaciones de artistas como Byorj o el grupo Milladoiro?
- Sí, con Milladoiro tengo una relación muy especial.


- La música y la poesía casan bien... su escasa obra como compositor incluye textos de Rosalía y Miguel Hernández...
- Las podemos considerar como Música de circunstancias, son actividades poco representativas.

- ¿La programación cultural de A Coruña es la mejor de Galicia?
El presupuesto en A Coruña ronda los 12 mill y el presupuesto de la Real filarmonía no llega a los 4 mill de euros. Todo hay que relativizarlo. Habría que ponerlos en una tabla.





Piano, piano, pianíiiisimo


- Hábleme de sus comienzos en la música...
- Comencé cantando en un coro a los siete años.


- Una composición predilecta en un momento como este...
- Alguno de los últimos cuartetos de Beethoven, un misterio de la creación humana.


- Y una música de cine...
- La música de Mahler en “Muerte en Venecia”o la música de Antón García Abril en “Los Santos Inocentes”.


- Un musical...
- “El Diluvio que viene”, “Cats” o “los Miserables”.


- Una sinfonía inacabada...
- La que aún está por componer....


Como bien dijo usted “Tocata” es un buen comienzo y “Tocata y fuga” de Bach, un buen final.

ENTRE-VISTOS/AS EN CONTRAPORTADAS GRATUITAS




CONVERSACIONES CON... GERARDO GONZÁLEZ MARTÍN


Santiago, 30 de octubre, 2007

"SOY PRETECNOLÓGICO ANTERIOR A LAS
TICS"



Por Esther Ferrer
Gerardo González Martín, como distinguido vigués, podría haber nacido en la ciudad olívica pero es oriundo de Ávila. La APG acaba de concederle el premio ‘Diego Bernal’ por su papel destacado como comunicador, escritor e historiador. Ha ejercido entre otros puestos relevantes, el de Director de la TVG y, además, ha sido Director del diario ‘El Correo Gallego’.
Intentar conocer a Gerardo a través del espejo, es una tarea intuitiva de periodista-psicólogo. Este acuario que se acaba de jubilar, se mueve como pez en el agua en el género de la entrevista pero no duda en reconocer que siente debilidad por los peces más pequeños, sus nietos.

- Un premio que lleva el nombre de un cronista de Santiago, 'Diego Bernal', ¿No podía recaer en otras manos que no fuesen las de un cronista de Vigo?
- A lo largo de mi actividad profesional que ha sido extensa, creo que he hecho las cosas bien, pero existe mucha otra gente que también se lo habría merecido, sobre la cual habría podido recaer el premio.

- Somos un periódico gratuito local… ¿qué opinión tiene un destacado periodista de la prensa gratuita?
-El éxito que tienen es evidente porque lo veo en su distribución y la gente lo recoge. Lo que no tengo claro es que esta prensa establezca un eslabón entre este tipo de periódicos y los no gratuitos, no veo el salto.
- ¿Es usted de nuevas tecnologías?
- Yo soy pretecnológico, anterior a las TICS.

- ¿Individualismo?
- Sí, cierto individualismo.

- Como distinguido vigués, los premios, se han acumulado en la balanza... ¿se ha encontrado alguna vez con algún objetivo inalcanzado?
- En cincuenta años de profesión ha habido cosas inalcanzables, no creo en los milagros. Creo que estaba allí en el momento preciso, tuve la oportunidad al ser aupado en diferentes puestos.



- Hablando de balanzas… ¿Cree que la justicia en este país es ciega o lleva una venda en los ojos?
- Ni es ciega ni lleva una venda en los ojos, mira a quien hace el mal. Es una justicia lenta.


- Teniendo en cuenta su pasado como político y asesor… ¿cuál debería ser el fin de la política? ¿El fin justifica los medios como decía Maquiavelo?
- El fin nunca justifica los medios, no puede depender de las circunstancias externas, en política, he estado durante seis años.


- Hágame una valoración del bipartito…¿está equilibrado?
- Se están tirando los trastos a la cabeza continuamente y eso se reproduce a otra escala en todos los ayuntamientos en los que gobierna el bipartito a nivel local.


- ¿Los Lobbys crean opinión? ¿Estamos mediatizados?
- Pues, Claro. El periodista tiene ideología, el lector no debe percibirla.




"El periodista tiene ideología, el lector
no debe percibirla"





Sentados en el diván Gerardo, Freud y yo




- Si le digo que inspire y espire ¿en qué piensa?
- En la prueba del espirómetro, prueba de la guardia civil.
(Reímos los tres. Freudy dice no... y yo le he quitado un punto...del carnet por puntos).



- ¿Alguien le ha quitado el sueño?
(Ríe)... ¡Hombre a qué padre no le ha quitado el sueño un hijo!.
(Freudy ha anotado un punto positivo y yo dos).


- Le ha traicionado el subconsciente...
- No lo recuerdo, no fue muy dolorosa... la traición.
(- No lo recuerda porque no era consciente- dice Freudy. -La traición, seguro que sí - digo yo).

- ¿Un aforismo o sentencia?
- Las sentencias, a los jueces. ‘A quien madruga, Dios le ayuda’.
(Freud siempre ha madrugado y ahora él ayuda a Dios).


- ¿Con qué símbolo se identifica?
- Acuario.
(-Es un pez y nada -comenta Freudy y yo asiento).

- ¿Un sueño inconfesable?
Se enfadaría mi señora.
(-Pues no se lo decimos- al unísono).
Quizá sea tan impulsivo y analítico, como lo somos nosotros, ¿no crees Woody?