29/7/09

LEVEDAD (La musa enferma)


La pálida, sus alas ha desplegado,
desafiante, volatiliza presencia ¿volverá?
Inhalando el alma, sustancia y rosas,
rocían a Zeus, ninfas lujuriosas ¿tornará?
De aroma perfumado, transita el espinazo.
Goza, el recuerdo dulzón, del abrazo sutil.
¡Fragante Eros! ¿te empalaga su insistencia?
Sonido del desatino, tenue y frío ¿brevedad?
Cretino, rasga el destino, pulsa la nota,
del corazón de bálsamo y brota ¿levedad?

Amar y florecer, soñar y conquistar.
Vivir en duermevelas sufrientes,
caminar en sonámbulas mentes.
Amar y fenecer, soñar y despertar.

Esencias derramadas, pulsiones degradadas,
difamada inconsistencia pesa ¿volverá?
¡Muero pero no cejo! Caigo desplomada,
penando, reducida y agraviada ¿tornará?
Sinceridad encubierta, la musa muerta,
ultrajada. El acorazado, a musas rondaba.
Cleo desciende el telón, suspende tu función.
Amorcillos atrapados, huyen... ¿brevedad?
Aracné altiva, no enojes con tu hilar,
a los Dioses, diva. ¡Erato duerme! ¿levedad?

Amar y florecer, soñar y conquistar.
Vivir en duermevelas sufrientes,
caminar en sonámbulas mentes.
Amar y fenecer, soñar y despertar.

Esther Ferrer Molinero

21/7/09

SOÑAR, GRITAR (La musa enferma)



Soñaba. Pálida durmiente,
anhelos respiraba, hiriente.
Latido desgarro, enfermiza.
Olvido abandono, idealista.
Esencia hiel inhaló. Soñaba.

Cegó párpados sin llanto,
sellando, anegó huecos.
Labios resecos, sin ecos.
Grano de moler, polvo ser.

Soñaba. Suspendida tenebrosa.
¿Volar sin alas, cruzar a tientas?
Tristeza, ira derramada, marcada.
Saturando despensas ¿no aciertas?
ideales hundía, vivía. Soñaba.

Cerró párpados sin llanto,
sellando, anegó huecos.
Labios resecos, sin ecos.
Grano de moler, polvo ser.

Gritaba. Desde el vacío infierno,
cual lianas asidas, arañas heridas,
en paredes mohosas, prendidas.
Sino entretejido. Prieto averno.
Rugen notas bulliciosas. Gritaba.

Tapió párpados sin llanto,
sellando, anegó huecos.
Labios resecos, sin ecos.
Grano de moler, polvo ser.

Gritaba. Chillidos sordos susurros,
nunca fueron escuchados. Mudos.
Una portezuela se cierra. ¿Mundo?
Erato, desliza el telón. ¡Otra función!
Guillotina cae desplomada. Gritaba.

¿Soñaba la enferma? Gritaba…
¡Despierta! Retorna del Hades.
En Campos Elíseos, resucita.
Resurge, Orfeo, rasga tu cítara.

¿Soñaba la enferma? Gritaba…

Epílogo

Sufrir, amar, soñar, dormir.
Sufrir si el amado es un sueño,
es dormir para siempre.

Vivir, amar, besar, sentir.
Vivir si el amado es un beso,
es sentir al besar.
¿Soñaba la enferma? Gritaba...

Esther Ferrer Molinero

14/7/09

TETRAMORFOS DEL HADES (La musa enferma)


En Campos Elíseos mora,
yerta hora, muerta flora.
Yace cierta, duerme muerta,
yerra muerte, vuelca suerte.

Bestias iracundas transitan corredores de escombros añicos.
Monstruos sin cabezas, idolatría profesan a Luzbel caído.
Abaten llamas infernales, descomunales alas de abanicos.
Ardiente viva, levanta su losa, renace del sepulcro Diosa.

La enredadera de Cronos, atrapa el ritmo inverso. Decrece.
El horizonte lánguido se evapora, luciérnagas adormecen.
Menta del Hades, lujuriosa, en el jardín de las delicias, crece.
Bautizada, la pálida, leonas heridas, sanan. Ungüentos calman.

En Campos Elíseos mora,
yerta hora, muerta flora.
Yace cierta, duerme muerta,
yerra muerte, vuelca suerte.

La piel de toro ennegrecida, esparce semillas. Siembra
en campos desolados, que arrastran pensamientos ralos.
Deméter transfigura vinos, en frutos rojos sanguinos.
Carnes prietas tostadas al sol, sensaciones viscerales, son.

Aguilas de un nido interior cruzan formando escuadrón,
aireadas de viento, soplos del tiempo. Voladoras surcan
graznando desbocadas ¿musas suspendidas, zarpando sin alas?
En el jardín de las delicias han quedado, las musas, han conciliado.

En Campos Elíseos, mora,
cierta hora, muerta flora.
Yace yerta, duerme muerta,
yerra muerte, vuelca suerte.


Esther Ferrer Molinero

6/7/09

CABALLEROS ALADOS (La musa enferma)


Sombra acorazada sin razón, tenebroso sino sin suerte,
Besa sus labios fundidos, ahoga en su savia, gritos grana.
Trenzando pestañas de hilos prietos, la musa desvanece,
sobre su cama marmórea, seda trama, etérea, languidece.

Soledad insoportable encubierta, la yerta suerte muerta.


La ninfa de túnica alegre, abraza a la pálida enferma
de alas caídas y sombras leves. Luzbel, reverso asedia.
Tediosa incertidumbre, Eros plegado, se desmorona.
El caballero armado de roja arroja, en tiniebla loma.

El invisible despedaza el día, duerme, la muerte muerta.


Apocalípticas cavilaciones, estruendosas rachas vivas
reducen al jinete albino, enzarzado, en su corcel destino.
Gusanos lanceros supuran tintas flechas. Dardos crujen.
Arco lunar enfundando la noche oscura. Lucero dulce.

Soledad insoportable encubierta, la yerta suerte muerta.


Encrucijadas. Caballeros postreros al Hades claman.
¡Tanatos, la musa navega, segura surca la Estigia laguna!
Un yelmo invisible ha ganado ¿salvará a la viva muerta?
La ninfa emerge de las aguas y gime: ¡duerme la musa!

El invisible despedaza el día, duerme, la muerte muerta.
Soledad insoportable encubierta, la yerta suerte muerta.


Esther Ferrer Molinero