23/12/12

ESTOY AQUÍ









Estoy aquí, a tu lado.
Te espero, te aguardo,
te observo, te extraño.
Estoy aquí, a tu lado,
soñando,
en tu regazo.
¡Si supieras secretos
que aplazan los años!


 
Estoy aquí, en tus brazos.
Te siento,
te beso,
juntando los labios.
Estoy aquí, a tu lado,
sintiendo el destino.
¡Me hiere el viento
si siento que no estás!
¡Me duele el tiempo
si pienso que te vas!





Estoy aquí, en tus brazos,
atrapando aliento
perdido en la boca.
Estoy aquí, rendida,
prendida, sin plazos,
sin medida.
Estoy aquí,
sin salida.


 

ESTHER FERRER MOLINERO

9/12/12

TORMENTA EN ÁFRICA



¡Salve, ave del paraíso!
El vuelo
es aroma perfumado
que infecta el deseo.
Permanece en el ambiente dulce
el abrazo
que calma los sesos.


En la sabana africana,
huele a humedad relativa.
El hedor circunda el viento
y brama enloquecido
.

Los animales, en celo,
se revuelven en sus madrigueras,
copulando.
Sus ausencias
no aguardan al tiempo de la siega
ni a la hiena que arrastra a su presa.
Cruzan al ponerse el sol.
La tierra araña una sonrisa tormentosa
y los vientos
esparcen las hojas del otoño,
cuál cenizas de incensario.


Respiraciones místicas.



Se fuga el tiempo
y, en la espera,
llegas tú.

Saboreo los frutos
que nacen tras la arena del desierto.
Reconozco el sabor de la canela
que tiempo atrás,
lo inundaba todo.


Deseo maduro,
reluciente y satinado.
Remontando recovecos,
me inserto en la verdad
que emana.
El espacio se puebla de vida.
Se eleva el santuario ritual
de las esencias.

Nace el corazón fantasma
que nubla sentido y razón.
Embriagada por el vino dulce
y amargo.


Planeo la calma en la adormidera.
¡Maldito corazón desgarrado!


Me sumerjo en el baño del vientre materno.
Adormezco mis sentidos,
duermo,
sueño,

vivo.



Calmo las heridas del amor.
Las cicatrices se cauterizan.
He recibido mi bautismo.
Sueño liberada de ataduras
ante el dolor
que me produce tu ausencia.



En la sabana africana
huele a humedad relativa.
El hedor circunda el viento
y brama enloquecido.


ESTHER FERRER MOLINERO 

18/11/12

¡MALDITA MUERTE!





¡Qué tristeza infinita,

soñar con la muerte!

Muerte en vida del viajero

que funde la cúpula del cielo.

Muerte del sonido oscuro.






Apagón,

en una mirada hacia el abismo.

Abandonarse,

perderse en el trágico invierno

de una suerte inacabada.

¡Ingrato tiempo

de un largo caminar hacia la vida!

¡Ser mortal!






Quietud profunda

hasta entornar los ojos

yaciendo adormecida.

Descansar.

Hallar el espacio,

encontrarse en el abrazo prolongado.

Soñar que estaba allí,

en aquel lugar incierto.

Frío y desierto,

gélido al congelar la mano.

Y dentro de la casa, el fuego ardiente

y yo soñando con la muerte.

Soñar, soñar en vida.




¡Qué grandeza inoportuna!

Encontrar la fragilidad del tiempo

y envolverlo.

Sentir el deshielo

y el viento arropado por el aire fresco.

Escuchar el sonido de la tierra

y sus entrañas,

ampliar el silencio.

Encajarlo y guardarlo.

Tomar la quietud.





Huesuda maldita:

Maldita de soñar con frío,

maldita de aguardar con miedo,

maldita de sembrar lo incierto.

¡Maldita,

compañera esquiva o acechante!

Mujer de cráneo hundido,

intrusa del rojo impar.

Nunca esperada ni aceptada,

aderezada en mil batallas.



¡Muerte desalmada,

maldita muerte!


ESTHER FERRER MOLINERO

4/11/12

AL ALBA








-Mañana, despertaré- Soy el Alba.


Abriré los ojos, lentamente.
En mí entrará algún resquicio de luz
y, poco a poco, como la brisa,
irrumpiré filtrada entre cornisas y tejados.


Entraré por las ventanas,
volando cortinas
que difieren el pensamiento.
Me poblaré de ideas confusas.
Arrastraré las lámparas.
Enjuagaré mis lágrimas,
en el amanecer sombrío y lúgubre.


-Mañana despertaré.- Soy el Alba.


Mañana, vaciaré mi cuerpo
de carnes muertas
y vísceras necróticas. 
Dejaré los restos a la Aurora
que compondrá su melodía.


Mañana despertaré
y, mañana,
será de día.

ESTHER FERRER MOLINERO

28/10/12

LLUVIA FINA






Las estructuras se resquebrajan,
por ausencia de ideales.
Los principios se recomponen,
como el software
en la nube.

 
Estridencias en ruinas.

 
Antes de la lluvia... 
gritar con contundencia pétrea.
Después de la lluvia...
arrojar argumentos desleídos.
Todas las voces hacen crack

al eclosionar el cascarón opresivo.
Palabras anudadas 
en tono discursivo.
Durante la tormenta...
sentarse a pensar.

Naufragar.


No existen las razones.


En el mercado de valores,
pesa la dignidad.
Al ciego amor,
no le muestres el camino allanado,
nunca lo encontrará.
Lapsos
y sopas de letras.
Bordea la laguna 
de impedimentos,
franquea la dificultad.

[Salto de página.] 


Llueve.
Llueve, incesantemente.
Llueve, sin parar. 

http://youtu.be/9Iou2gjCGnI

In Memoriam
http://youtu.be/-n6YdJvedpc


ESTHER FERRER MOLINERO

22/10/12

EN BLANCO Y NEGRO









Caminar a ciegas,
descalza.
Dibujar líneas apaisadas.
Soñar en blanco y negro
al doblar el lienzo.
Esperar en el pozo
entre la tinta.
Pisar huellas pisadas.
Ahogar el grito en silencio.
Estrujar el tuétano,
roer el hueso.
Abrazar el recuerdo.
Morir de inanición.
Enmudecer.


ESTHER FERRER MOLINERO

13/10/12

LO DESEADO



La destrucción aniquila el pensamiento.
El silencio, lo recompone.
Me produce placidez
escuchar el viento.
Es un lamento que sopla,
entre las horas.


Encuentro el reflejo
de mi yo interno 
sin merma de facultades.
Se torna silencioso.
El tiempo se paraliza.
Todo da vueltas.


Entre lo real, lo imaginado y lo soñado,
está lo deseado.

La danza de las horas gira sin parar.
Son los pequeños detalles.
El miedo se posiciona a mi lado.

Lo de afuera, caótico murmullo.
Lo de dentro, balsámico.

Sólo quiero estar en mí
y respirar.
Sentir la vibración
y mantener el espacio.

ESTHER FERRER MOLINERO

9/10/12

POHEMIA



Una bola de cristal
rueda, rueda.
Rueda,
en su corredor infinito.

Se despliega,
rueda,  
hasta descomponerse
en burbujas cerebrales.
Alquimias espumosas,
añicos metales
y  afrodisíacas bolas,
estallan.
No miran mis ojos
que se hunden.
Crecen  lagunas rebosantes.
Todas las aguas se recrean
en su piel sepulcral. 

Y siento el golpe frío
que desarma.
El río se torna infierno
en el estómago maldito
y desbocado.
Me deja sin aliento.
Y siento.
Siento
y me acurruco en mí.
Me giro hacia Él
y él, abandona.
No puedo gritar,
quizás,
me rompa.

ESTHER FERRER MOLINERO

2/10/12

SINFONÍA DEL NUEVO MUNDO



Me observo desde arriba,
flotando,
mucho más alto.
Viro hacia la puerta del abismo,
soñando, 

en nirvana opaco.
Veo el cielo de vidrio tallado.
Si entorno los ojos,
presiento el viento fresco
rolar sobre las sienes.


Algo va a suceder,
[tubos y órganos
suenan al unísono]
lo presiento.

Subo,
he crecido un millar de metros,
siempre hacia arriba.
Floto sin cuerpo.
Te contemplo en tu dimensión
pequeño, diminuto y asustado.
No tengas miedo, coge mi mano.

He sido fragmentada.
Recompongo lo de fuera
esparciendo lo de dentro.
Atrás quedaron días tenues
cuando la tristeza
era un amanecer esforzado.
Atrás quedaron ideales tramados.
¡Qué el agua del manantial
resbale sobre el pensamiento
y gotee la verdad!

El mundo que destrozamos flota a la deriva
en una sinfonía.
Todos estamos suspendidos.
Quizás, la revolución se postergue,
quizás, nunca llegue.

Todo nace, crece y da vueltas.

ESTHER FERRER MOLINERO

9/9/12

GRITOS PERIODÍSTICOS



Despegué
anudando el futuro.
Huí de las jaulas del pasado
y de cárceles de papel.
Los retazos
que la retina quiso secuestrar,
componen el mapa sensitivo.
Imágenes superpuestas
que se precipitan al vacío.

Me deslicé
de puntillas
y hallé la razón.
En aquel tiempo esquelético,
los poderosos,
morían de inanición
en sus portales web.
Dominios de fracasos.
Las autopistas informativas
sorteaban cadáveres exquisitos.
Montecristo era la excusa.
La insania era un aroma pestilente,
bien redactada.
Intereses creados para las urnas periodísticas
anidaban en cloacas.
Informadores capaces
y mentecatos.
Aún escucho el estertor de sus risas,
las teclas y las prisas.
Allí, quedaron,
los damnificados por el papel.

Agolpados,
se inmolaron.
Prendidos en sus despachos,
se creyeron dioses.
Economías de subsistencia
en el animalario de la bestia.
Tras el minifundio del pensamiento único
surgieron cruces en los campos de búsquedas
y estacas blancas, en los ceniceros.
Son inciertos los fundamentos
del panfleto.
Me chuparon la tinta y las ilusiones.
Se olvidaron de machacar el disco duro
Cortaron las alas de raíz.
La imaginación,
hacía estragos en las nubes.
narraba, con tinta roja,
cuentos de hadas.
Los miserables,
ahogaron,
en la bañera del pensamiento,
a los soñadores.
Es sano reinventarse,
si los defectos se han hilvanado
con tinta invisible.
Es sano, si es imborrable
lo permanente.
Reflejando el camino inverso,
andando lo desandado,
no quiebres, nunca, tu paso.
Porque los pensadores siempre han gritado sin voz,
porque los soñadores viven sueños lúcidos,
porque callo hacia dentro,
porque grito hacia el mar,
porque  creo en la libertad.
ESTHER FERRER MOLINERO

4/9/12

LIBERTAD





Se estrella contra la ola,
la ondeante serpentina.
Ruge,

el viento frío,
un río acristalado.
Surge,

en sus labios de sal.


El sonido
fue sepultado por la orilla.

El mascarón de los recuerdos,
encalla en caladeros lejanos.
Rompe las aguas,
la esperanza.
Tiñe de espuma blanquiazul,
las ilusiones.


Mi rostro empapado, avanza.
Curvas cortadas a navaja,
se despedazan,
a su paso.
Viento del sur,
brisa del mañana,
estatua de la libertad.


ESTHER FERRER MOLINERO

16/8/12

ROJO IMPAR









Cruzó un ave migratoria
y cayó en picado.
No dejaba de caer.
Alas cortadas.
Abanicos gigantes
en forma de corazón,
se estrellaron.
No dejaba de caer.


El viento movía tu pelo enredado,
rozaba las nubes
para teñirlas de tormenta,
de carbón.

Siento frío cuando te miro.
Un soplo helado.


Sin alas,
no dejaba de caer...



El ruiseñor enmudeció,
había perdido las notas.
El suelo lloraba sin consuelo.
Lloraba gotas invertidas
a ras de cielo.
Del suelo al cielo,
con intensidad.
No leo su corazón,
no puedo pasar sus hojas.
Se disipó.



El impar rojo es lágrima en sentido inverso.
Un flujo.
Una gota
a contratiempo.



Todas las heridas se cierran.
Todos los círculos se concentran.
Todas las alas de soñar,
forman el impar...


ESTHER FERRER MOLINERO

29/7/12

SOPLO*


La vida,
no construía prioridades
ni diques contrafuertes
ante el dolor.
El agua parloteaba,
bulliciosa,
en acequias sin caudales.
Su cauce era enredadera
de lugares comunes
y paisajes sombríos.
La tristeza,
lo inundaba todo.

El murmullo,
esperaba al que no regresa
y enmudecía, 
ante el que querría volver.
El agua mansa

desperezó su ruido efervescente
para no decir nada.
El  temporal de las profundidades
ahogó gritos en papel mojado.
Tragar saliva

y nunca quedar saciado.

Lo aleatorio era la opción
más salvaje de la muerte.
La tristeza,
lo inundaba todo.

Ser la travesía

tras el viaje inconcluso
activó el mecanismo de defensa
de los cuidados post_mortem.
En el refrigerio del sediento,
la madera del naufragio,
estallaba al contacto con el agua.
La soledad y sus acuíferos,
se atraían como pozos engastados.

Sus viejas manos
brotaron manantial de abrazos 
y declinaron
ancho mar.
Sus viejas manos
eran rías articuladas.
En la arena del desierto 
puja el pulgar
concediendo plasma.
César ha dictado sentencia.

Ligia claudicó.

De su mano,
emanan riachuelos de hambre
que devora la tierra horadada
de bocas.
La ría,
condena al inocente.
La tristeza,
lo inundaba todo.

Fluye
en escorrentía subterránea.
Fluye,

transitando poros,
cegando grietas,
anegando estancias.
Arrastra creencias,
indemostrables.
Azota en su vaivén 
cual tsunami.
La tristeza,
lo inundaba todo.

Supurar restos
de otras lides,
de otros mares,
era nadar cara adentro.
Navegar en tintas de ultrajar,
quizá, transitar en oleaje
de algas vivas y corajes.
Un paisaje visceral
que emborronan
ríos fríos,
congelados.

La laguna olvidada,
se ondula,

poco a poco.
La tristeza,
lo inundaba todo.

Serpentea la mar salina
de arbolados salpicaderos.

Poseidón,  
rasga telas de un sudario
prestado a Éolo
e infla la mayor.
El cielo,
tiñe esencias de humores agrios.
Desde la cúpula central,
desde lo más alto,
escucho el soplo del viento.

Me adormece.
Si escuchar es demorar el sonido
no siento su melodía.
Multiversos de aguamarinas,
palabras aturdidas,
recelosas,
que no pueden despegar.

¿Cómo puedo ayudarte,
Dios de los truenos,
si a mí no me puedo ayudar?

Lo aleatorio era la opción
más salvaje de la muerte.
La tristeza,
lo inundaba todo.

Mis pozos,
eran cuencas mojadas.
Todo,
era soplo.

ESTHER FERRER MOLINERO

26/7/12

ELLA Y ÉL



Ella,
sesgaba sus sentidos.
Ella,
hacía parcelas de nostalgia
en campos de algodón.
Ella,
pudiera ser que fuera nadie.
Ella,
soñaba con recuerdos im_plantados.

Amantes prohibidos,
en pieles transparentes.
Amantes ficticios.

Él,
siempre él,
pudiera ser que fuera otro.
Él,
¿hacia dónde?
Él,
¿hasta cuándo?
Lluvia de miradas esquivas
para olvidarlo.

Todo es irreal en este encuentro,

todo.
Un recuerdo que flota embriagador.
Quizás, nunca existió.
Momento fragante,
como el vino dulce.
Sueño.

Siempre lo mismo:
El recuerdo,
El vino,
El dulzor.

Nunca se tocaron.
Un instante, al menos.
Quizá, nunca sucedió.
Fruto salvaje.
Sueño.

Ella,
respiración asistida.
Él,
misterio inquietante.
Él era tierra y ella aire.
Suspensión quebrada
a contratiempo.

Él,
soplo sensible.
Ella,
luciérnaga.
Él era tierra y ella aire.
Ella nunca recaló en su mirada.
Él,
tal vez,

la ignoró.



ESTHER FERRER MOLINERO

25/7/12

QUINTANA DE VIVOS, BATALLÓN DE MUERTOS



Se sentó en la Quintana de vivos
y muertas la ganas de morir,
transmutó idealismo en pensamiento.
No acudió, Nivola, al encuentro.
Se refugió tras el ala 
de un voladizo.

El hueco,
ocupaba un espacio irrespirable,
intransitable, para un vivo.
La frustración
no encontró profundidad
ni asiento.

Todo era sueño
porque la vida,
ahuyentaba su suerte,
a cada paso.

La estudiantina
no prestó aliento.
El coro de vivos soñaba,
en la orquesta de la Musa.
Como pianista,
desafinaba.
[Desenfocó su historia].

Soñó que soñaba lo real;
tal vez, lo real, era incierto.
Finalmente, se esfumó.
Todo era sueño.
Nunca lidió en guerras ajenas.

Buscaba la metáfora y erraba.
La soledad
vivía en heterónimo
y se hacía pasar por aprendiz.
Todo era sueño.
¡Ay, si el marqués de Santa Cruz
la tachase como hija de Minerva y Marte!

Al terminar la guerra,
se enclaustró en un convento.
Huyendo del sol
se lamentaba tras el muro.
La barrera dividía los dos mundos:
el terrenal y el milagroso.
Todo era sueño.

Tras la reja de espinas,
de_lira.
En la sombra de la cruz,
flores en honor al Batallón.
Todo era sueño.


Todo era sueño
porque la vida,
ahuyentaba su suerte,
a cada paso.

ESTHER FERRER MOLINERO

17/7/12

FUNDIDOS EN BLANCO Y NEGRO




Fundido en negro.

Acuarela sin color que se derrama.
Goteo consistente de puntos infinitos
que la mancha extiende.
Marabunta de humanos.
La vida ya no es frontera natural
que demarca el río.
Los seres queridos se aman,
afilan lápices y carboncillos
para esbozar una boda.
Píramo y Tisbe,
los amantes prohibidos,
se visitan en la grieta del cauce.
Su rito, gira,
rodeando sus cabezas. 
A seis grados de distancia,
navega la vida hostil.
Danza triste.

[Acrílico estampado en la sábana suicida.
El puntillismo conduce al ciego abismo.
La Justicia se cubre con su peplo antifaz.]


La mancha blanca,
ilumina la escena
y reverbera en el día.
Una not__a
que gote__a
donde mor__a
la more__ra.
 



Se pliega el tiempo
y lo negro se mezcla
pervirtiendo lo blanco.
Mestizaje de cadáveres.

El horizonte
hunde la línea
de puntos suspensivos.
Formando la mancha humana.
En la lejanía,
se percibe el ojo de la muerte.
En la orilla,
fluye la vida.
Los seres, agolpados,
se precipitan,
quedan supendidos a la espera.
Mañana,
quizá,
mañana.

La marcha nupcial
marca el paso.


No cruzar
y no mirar al otro lado,
no tocar
la carne desmembrada.
No saciar
sus labios en mis labios.


Allí, donde avanza el horizonte,
arraiga la frontera.
Allí, donde enreda,
disputan la vida y la muerte.
Punto de fuga en sucio blanco,
perspectiva,
de la herida.

Suena un disparo
y el aguafuerte se disuelve.
Un disparo suena,
oscuro y limpio.
la mancha se extiende
desde el punto de mira,
hasta la muerte.

Se encasquilla la vida.

Diana cazadora
difumina la escena.
Cacería de corderos degollados.

Rajo un trapo,
limpio la herida.
Y, mojado en sangre,
emborrono de dolor.
Resquebrajo,
la venda de Justicia.
La hago trizas.
Es el velo del dolor.
Lavo mi estandarte.

Con-fusión en el río.
Murmullo del agua.
Ahogo desolado.
Nada.

Sonido,
blanco y negro,
blanco.
Fundido en negro.
Blanco.


ESTHER FERRER MOLINERO
 
[Inspirado en la escena de la boda de la película de T. Angelopoulos.
'The Suspended Step Of THe Stork' (1991)]

8/7/12

LA NANA DE LOS SUEÑOS


En la laguna,
olvidada,
danzaba la luna.
La niebla,

triste,
difuminba destellos.

Siete velos,

siete,
cubrían su cara.
Antifaz de sueños.

Siete versos,

siete,
sellaban
las puertas del alma.
Candados sin dueño,
barrotes y lanzas.

Entre algodones,
sonaba una nana:
Nana nanaina,
Nanaina, nana.
Hilvanaba la niña,
bordaba en sueños:
Nana nanaina,
Nanaina, nana.

La blanca siesta,
una voz rasgada.
Desencanto y llanto.


Hilvanaba la niña,

sueños filigrana:
Nana nanaina,
Nanaina, nana.

Suspiré,
los aires del querer.
Sentí la punzada,
me equivoqué.

Entre algodones
sonaba una nana:
Nana nanaina,
Nanaina, nana.

ESTHER FERRER MOLINERO