QUISIERA ESCRIBIR UN CUENTO...

Para soñar...

Para la ola y el el mar...
Para el vaivén...

[Para quién quiera escuchar...
para un teniente...
para la bella durmiente...]

Quisiera escribir un cuento...
Un cuento con camisola de cuento,
un cuento de encadenados a la roca.
Quisiera escribir un cuento...
un cuento de iluminados cuerdos.
Un cuento de miserias y reformas.
De emigrantes retornados,
de funambulistas...
de sonámbulos.
De lagos y lagunas.
[De dudas...]

Quisiera escribir un cuento...
El cuento de los que trabajan en la forja,
de ser metálico y hermético.
De reivindicar.

Quisiera escribir...
El cuento de la luz.
El de la redención
que moldea el yunque.
El cuento de las visiones ciegas,
de las sombras chinas,
de las concubinas...
De las fracciones de realidad y sus abismos.
De lo desconocido, de lo sensible.
El cuento de sí mismo.
El mito de lo grave,
su centro y lo que lo rodea.

¡Quisiera contar un cuento secular macabro!
¡El cuento de Prometeo y su desgarro!
¡Un cuento chino y griego también!
De marionetas, bicicletas y lambrettas.
Un cuento neorrealista,
el de la Comedia del Hambre.

Un cuento con pintas, rayas, lunares

y marmotas.



Un cuento de bolsillo...
Un cuento de muchas notas.

Quisiera escribir un cuento...
[Quizás, se me olvidó...]

ESTHER FERRER MOLINERO

APUNTE

No podía dejar de pensar en ella.
Era un reflejo intempestivo.
La chica del muelle inundaba sus recuerdos
anegando una memoria frágil....

Después llegó la oscuridad
de la Caverna
y, más tarde...

el alzheimer.


FOTO: Chris Marker’s La Jetée, 1962

ESTHER FERRER MOLINERO

VAMPIROS

Los acechantes,
se desplazan hacia otras moradas.
Sigilosamente ocupan vacíos dejando nada.
Las palabras no pronunciadas
son sublimes.
Ecos sombríos, sordos aleteos
y oscuridad perpetua en la mirada.
El silencio tiñe la bóveda ojival.
Negro sobre blanco.
Blanco sobre el cielo (negro)....



[Murmullo]



Contrafuertes tensando la nervatura.
Suspendidos, boca abajo,
despliegan sus alas iniciáticas...
los amigos del abismo.

Vampiros expectantes
al arbitrio de su presa.


[Crepitar]



Revuelo y crepitar de alas.
El silencio lo llena todo.
Murmullo resonante del pensamiento.

Todo da vueltas en el cúpula celeste.

ESTHER FERRER MOLINERO

TRIS

¿Qué hacer... (si ya no sabes qué hacer)
con lo que nunca haces?
¿Qué hacer si hicieses lo que nunca harías?
¿Qué sería si lo hicieses, niña?

- Dime... ¿qué hacías?-
- Nada hago, vivo.

Digo: "nada soy"-


¿Qué hacer si miles de ojos fijos
se te clavan como dagas?...


Pregúntale a la cigarra.


EPÍLOGO

[El tiempo, cuando está maduro, se desgrana solo.
Cuando el grano se separa de la paja,
se equilibra la balanza
y concede gracias por razones justas.]

ESTHER FERRER MOLINERO

BIS

Ayer...

Estoy destrozada por dentro,
mi sonrisa ya expiró.
Despacio,
como el suspiro prolongado
dilatando la congoja.
Lenta mente prorrogada.

La nieve se cuartea, la espera, huye....

Siento frío.

[Descalabro]

Ayer es hoy, hoy mañana será...

Sueño dormida en tu regazo,
me abandono al dulzor de tus abrazos.
Es a tí a quién siento
si palpito.
Eres tú el espacio protegido.

Confío.

ESTHER FERRER MOLINERO

AGUA QUE NO HAS DE BEBER

Presto acudió la sonrisa, 
caminando liviana, sin nada, desnuda,
sin risa,
sin cielo ni hermosura.
Como un murmullo lánguido.
Presto acudió... embaucada.
Sorteando lances, acudió.



Sin ganas,
con jovialidad prematura,
esbozada en comisuras.
Eternizada. Acudió.


Presto aguardó, sin dramas, Lancelot.
Sorprendió a la dama,
ahogada, sin llagas,
en el aljibe del dolor.
   


ESTHER FERRER MOLINERO

PAUTADO

El amor es la tortura que azota el pensamiento.
El castigo de los dioses que anestesia la razón.
Los besos que se estampan en lacras escarlata,
Los papeles perfumados con el timbre corazón.


Amores sellados para la eternidad.


[Atraparemos a la libélula efímera.]




ESTHER FERRER MOLINERO

ESPANTAPÁJAROS DEL CORAZÓN

-Espantapájaros del corazón:
¡Cuántas veleidades anidan en tu pajarería!
¡Cuántos pájaros, en tu cabecita ovalada!-

-Ya no soy espantapájaros,...
soy humano corazón
que ha de sentir afección._

ESTHER FERRER MOLINERO

REFORMISTA CONSTITUCIONAL

Palabras anudadas laceran la conciencia inconsciente.
En el declive, la herida colorista se tiñe de grana y mora.
Una ráfaga de papeles adolescentes vuela a su paso.
Revolucionan... los cuatro vientos.
Ruido constante.
Ruido y altramuces.
El sol es matizado por la luz de los artificios.
Ciega, cuando los ilustrados abren sus balcones.
Ventila, todos los rincones.
Fuegos de artificio que se asientan en su base...
reformista constitucional.


ESTHER FERRER MOLINERO

NO BASTA

No basta con decidir: vivir o morir.
La vida es un don libertario.
El sentir es la forma del ser pensante
ni fractal ni fragmentado.
No basta querer sin desear.
No basta gritar sin soñar.
Ingrato es despojarse del manto
para satisfacer el engaño....
No basta encontrar significantes
si el significado nunca escudriñaste.

No basta contemplar estrellas...
sin volar en ellas...
 

ESTHER FERRER MOLINERO

LO PENSÉ MIENTRAS DORMÍA

Lo pensé mientras dormía.

Las caras de la realidad están enquistadas,

son signos inequívocos del fluir en un pretérito adolescente.

Forman la parcialidad del espejo roto y sólo percibimos una verdad encapsulada,

la del ojo cegado por la voluntad de la mayoría.

Una única verdad en el panteón opresivo: la del estado aniquilador de... [sueños]

Una demarcación que inhabilita en el estatus del ser para estar “dormidos”.  

Mientras, Leviatán deforma su visión en panorámica.

Limita derechos y libertades hasta crear asperezas.

En el ágora social surgen erupciones cutáneas enmascaradas por su granulosis:

el pensamiento político es el acné y no queremos curarnos.

Ninguna solución a corto plazo, muestra el camino en el presente inmediato.

Leviatán,  la bestia,  vomita lava y cuando lo hace,

arrasa el futuro sin remisión ni posibilidad de vuelta atrás.

Situaciones del prurito sin causa ni enjuiciamiento.

¡Despierta!

Los sesos dormidos se estrangulan punzantes como culebras.

Serpentean cuando se propone una reforma estructural

que incide como el travesaño en todas las áreas.

-No pienses, simplemente, actúa- asegura LaBestia.

¡Despierta ya, antesala de lo penal!

¿A qué aguardas?

Lo que vamos a enjuiciar no es un delito ni siquiera mancha,

tan solo incordia para que saltes y grites:

¡BASTA DE CALLARSE!

¡Ruido, Leviatán, Ruido de conciencias apiñadas!

Nada ha sido programado porque LaBestia ya no es el Estado ente. 

Es la cabeza pensante de un yo colectivo.  

Nace del yo invisible y oculto que despierta.

¡Despierta!

No existe dolo ni culpa.

Vamos a cometer falta leve,

un dictado del pulso con sentencia firme.

Una última voluntad robada a su testaferro, Leviatán dormido.

Una reforma Constitucional que toque los tres poderes.

Ante el desfile de muñecos con toga en los juzgados, surge ella,

la más bella entre las bellas:

La Justicia. 

La divina, la sutil, la Justicia leyendo en su atril, una ley injusta.

¡Despierta!

-Justicia: Cuando miras y comprendes tienes cara de muñeca,

muñeca impertérrita de ojos vidriosos.

Ojos sin vendas.

Muñeca de ojos en su punto de sal.

Muñeca impasible, no dejes que Leviatán dormido, juegue contigo. -

¡Despierta!


Al despertar, esa muñeca que llamamos equidad salta de sus platillos

y se abalanza en equilibrio inestable sobre nosotros.  Es inestimable.

Inestimable valor, el suyo.

En tono suave y sedoso, como la venda que desata, pronuncia:

- Vuestra verdad nunca se corresponde con la mía- dicta Justicia.

-¿Y sabéis por qué? -

-Porque los límites de la realidad nunca son planos.-

¡Despierta!

Lo pensé mientras dormía.

ESTHER FERRER MOLINERO

CRÓNICA INVIABLE

Hoy es domingo, un domingo cualquiera,
en los tiempos de LaBestia.
Sueña el gigante Leviatán,
sueña que sueña, sueña LaInmunda.
Sueña... con el desastre.
El desastre de LaGuerra.
Sueña que sueña, Leviatán dormido.
Sueña en horizontes lejanos....
Soñar y jugar con los sueños. Los sueños de otros.
Sueño en panteón de vivos_muertos.

Sueña, si el soñar, es un eco infundado.
Sueña que sueña, vidas nutricias que saciar.
Sueña la bestia y de estrategia, inunda.
Revolotea en la jungla del manglar.
Vomita bilis, cuál bombardero.
Suenan ecos dormidos en el día de LaBestia.
Serpientes sinuosas,
mienten su verdad.
Anuncian aniquilaciones,
mutilaciones varias,
sordinas, rumores,
óperas y árias.
Sueñan... con la destrucción masiva.

Son los tiempos de LaGuerra
en el día de LaBestia.

Tras el grito ensordecido,
bombas de palenque
en romerías arraigadas
y fiestas locales.
Hoy... es todavía.
Mañana, quizás.

Ayer, sobrevolaban aviones de guerra
sobre tu cabeza apaisada.
Hoy son mariposas.
Hoy es todavía, mañana, quizás.

ESTHER FERRER MOLINERO

SONÁMBULA MUERTE

Moriré,
si la agonía insomne
se dilata.
Moriré desgarrando
mi cuero avejentado.
Rescatando palabras
de las comisuras,
cerrando cuencas,
sellando labios.
Moriré,
inhalando,
tu narcótico llanto.
Sonámbula muerte:
no me atrapararás,
en el sueño, dormida.
ESTHER FERRER MOLINERO

MORE MÁS

Nunca se  convertirá algo sublime en una sombra
porque la oscuridad del ojo cíclope
no atiende a la perspectiva de un único espacio.
El tiempo aletargado devuelve una visión progresiva
cada vez más nítida.

Amore, more más.

La razón confiere visión 
en una conciencia dada por las sombras
y, las sombras, son de colores cuando se cierne la luz.
En ese estado de gracia,
no hay estado de sitio.


Desde ese concepto deconstruido,
se recompone un espacio atípico
en el que cada realidad adquiere vida propia.
Una enredadera azarosa que medra.
Un componente ínfimo de nuestra arquitectura
y nosotros, contenemos mucho más.

Amore, more más. 

Me elevo, sin jerarquías,
hasta una perspectiva cenital de iguales.
No quiero dejar de reír y seguiré subiendo hasta la nube oxigenada.
Volamos, en tránsito.
¡Vuela, éter que nos observas despejado!
Porque no hay otro límite que el propio
y yo quiero seguir volando.

ESTHER FERRER MOLINERO

HOGUERAS Y VANIDADES

Ridiculo, inmaduro y confiado.
Aquel muñeco ruso de ojos vidriosos no dejaba de mirarme.
Fijamente,
clavando sus pupilas como dagas.
Porcelana fina para las vajillas de Limoges,
número de serie cifrado y una urna carcelaria por descanso.
Vestido para la ocasión, el bolchevique, lucía conciencia blanca
y cabello en bucle de alguna oveja negra degollada.
Todo muy concentrado y prieto
como la profundidad de sus pensamientos.
Decoración digna de un palacio transparente a la hora del té.
Cuadros desenfocados.
Sesión parlamentaria inaugural
y todos los muñecos de Famosa presentes.
Todos acicalados con su túnicas de Jean Paul
y en el horizonte de sus días, las pequeñas y las favelas desnudas.



[Transcurrieron sesiones, unas cuántas...]



"Ya es la hora" dijo un juez malhumorado,
"Ya tenemos la resolución" añadió sentenciando.
Y en el reloj de arenas movedizas finalizó la función judicial.
En el ocaso, todos aguardaban el fallo.
Todos eran nueve.
Los nueve sobres cerrados sobre sus nueve círculos concéntricos
aguardaban las nueve puñaladas del abrecartas.
Una Divina Comedia.
Todos con lacra y todos, sin estigma.
El muñeco ruso contenía la respiración,
Ken lloraba.


El juez anunció con su mazo:
"Todos a la hoguera,
todos sin distinción...
por vanidosos."

En el nuevo Tribunal de la Inquisición habían dictado el fallo...
[Con errores, ratas y erratas]


ESTHER FERRER MOLINERO

YO TENGO UN HADA

Yo tengo un hada.
Yo tengo un hada que me revuelve la ropa,
que se esconde entre las rocas
que me sopla, sopla.

Sopla, viento del norte.

A veces, sopla del sur.
Entonces...
llueve.

Es un susurro conocido,
un murmullo 
de ruidosas copas.

Sopla viento del norte,
a veces sopla del sur.

Yo tengo un hada.
Yo tengo un hada encarnada
que se oculta.

Yo tengo un hada
que con alas chamuscadas,
me asusta.

Yo tengo un hada que no me gusta.
¡Se esfumó!
Ya no la tengo.

ESTHER FERRER MOLINERO

REPÚBLICA POÉTICA

No se pueden alimentar los sueños
en las cavernas del fracaso
porque la muerte,
pulsión extraña,
es una suerte cadenciosa
que palpita.
Moguer era el Sur centrípeto
de Juan Ramón.
Rubén, el fuego
de una estadía silenciosa
en el Principado del Modernismo.
Lorca, el grito manuscrito
de la tragedia y el tiempo.

Esperaba la República
de las nuevas claves.

ESTHER FERRER MOLINERO

RAZONES

La libertad era un día
que se hizo eterno.
El engaño,
un espacio maldito
en tierra de nadie.
El perfume,
manteca de almendras amargas
y licores extraños.

Reniego de la mentira cierta
y de su lacra.
Fundamentos a la deriva
que encuentran su cauce.

La dignidad por bandera...
y el corazón tierno, de equipaje.

ESTHER FERRER MOLINERO

CELDAS

Admiro la causa extinta

del que lucha en el abismo.
Causa digna.
Murmullo,
voz callada en el grito insurgente.

Corredores ciegos,
sudores que transitan alas.
Significantes
adheridos a un futuro irremediable.
Razones claras. Lacras.

Despertares fríos
y nadie en el sueño dormido.
Cuatro paredes mudas.

Amaré la muerte del mañana,
hoy, me aferro al todavía...

ESTHER FERRER MOLINERO

LO ESENCIAL

No cejo en la ilusión
de compartir el espacio
y reflejar en mis ojos,
los ojos soñados.

Porque mi voz es limpia
como blanco mármol
y cristalino
se torna el mirar.


[Silencio...]


En la caricia... un soplo.
En el susurro... el hálito.
Y en la sonrisa... la brisa.

Aguardo...
el descanso plácido.


[Silencio]


Y en la mente... 
una escuálida razón.




ESTHER FERRER MOLINERO

ODA A LOS PODEROSOS

A los que no sienten
a los racionales embaucadores
y a los depredadores de mentes.

A los magos.

Iba un ciego con su venda blanca
caminando por la angosta senda.
Al caer el sol, se topó con la justicia:
-¿A dónde te diriges, justa Ligia?-
-Voy por el camino de la espera...
voy despacio, sin mula ni yegua.-
-¿Y cómo te guías?-
-¡Me guía la confianza
que es ciega
y manca!-
-¿No desconfías de la tardanza?-
- ¡No, será la demora,
y darle vueltas
a las horas!-

ESTHER FERRER MOLINERO

SIEMPREVIVA

No enviéis flores a mi tumba,

es difícil morir en primavera.

La adormidera  me tienta.

Al cojo le perdono sus falacias

aunque del sincero,

aguardo

 – No toda la verdad-.

Las musas vagan por las ramas,

las ninfas se ciegan en sus fuentes

y las sirenas mienten.

[Acompañan Baco

y todo su séquito.]

Es difícil morir en primavera…

sin Repúblicas,

malvas ni violetas.


*[ Crónica desde el pedestal ]

** [A Enrique]

ESTHER FERRER MOLINERO

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          

DEGRADADA

Te sientes pequeña,  diminuta,

degradada.

Estás perdida.

En los acontecimientos,

te instalas en el pensamiento difuso

y te adhieres al último proceso.

Te pronuncias como la escatología del religioso

que se sabe ateo.

Esa  voz  suave y tenue,

simula tu discurso,

pero no lo es.

En el silencio,

parloteas

entre el eco del vacío.

Tu voz se desvanece.

Se resquebraja el sentido

aunque no el sentimiento.

Estás perdida.

¡Encuentra tu camino!

Esther Ferrer Molinero

Óleo: ESTHER MOLINERO ÑACLE

NADIE

Y me cansé de llorar,

pero nadie escuchó*,

la voz rugosa y agrietada.

Y me cansé de gritar,

en esta plaza maldita,

con histrionía de actor mudo.

Y, en el silencio, no me canso de soñar

en busca de…  -Toda la verdad -.

Quizás, pensar, me lleva a disentir.

¡El azar es un ente inconexo,

si lo que pienso, se lo lleva un verso!

Un difuminado lo esbozaría mejor

porque, a veces, se quiebra su voz.

Vivimos de errores viciados,

en alquileres del pasado.

¿Dónde están los prejuicios

y  dónde los juicios sumarios?

¿Por qué "singulares" derriban derechos?

¿No será, el Capitalismo,

el que devora a sus hijos,

cual Saturno en el infierno?

Nunca huí de las ataduras,

grave error.

Sigo cayendo sin límite,

sin duda, me levantaré.

Y me cansé de escribir

y me cansé de aguardar

y me cansé de gritar...

cuando nadie me leyó*.

*[Salvo tú, lector]

Esther Ferrer Molinero

Óleo: ESTHER MOLINERO ÑACLE

SERENDIPIA

Sé en qué barco navego

y nunca sucumbiré a la deriva

de la ideología reaccionaria.

La deriva,

no pretende descubrir pabellones dorados

ni mastabas.

Para muestra un timón a la izquierda

si estás asida muy fuerte.

Y, caminando, se teje el destino.

En el mar arbolado de las piedras importadas,

se levantan moradas.

Los cercos que las separan

son barreras arquitectónicas.

Simulacro lineal de la concha peregrina

que no emana fuente alguna.

Allí asoman lomas de montaña mágica.

De ese lugar, Mahoma, renegó.

Sinuosas piedras de forma almendrada.

¿Piedras de Santiago?

¿Círculo lítico, Stonehengen de Galos?

En su umbral,

no existe voluntad de hierro,

ni Bilbos titanes ni barcos fantasmas

ni titiriteros

de rías plomizas

y dragas.

No se puede sostener.

Tampoco, la lluvia de ideas

de comisiones y sabios

o la conjura de necios,

los despilfarros

y sus descalabros.

No obstante,

racionalismo

y a contracorriente:

serendipia!!!

ESTHER FERRER MOLINERO

Foto: Basilisco.

...

El invierno derrite,
con grito arrebatado,
el desencanto.
La película de hielo
se resquebraja.
La espera, se levanta,
polvorienta y asustada.
Sacude sus marañas.
Contempla los instantes.
Abrazo al sosiego, tembloroso.
Y en un rubor adolescente,
me abandono.

Mis ojos se cierran, adormecida.

A Enrique

[Ahora, lo pienso.
Lo pienso, una y otra vez.]

FERRER MOLINERO ESTHER

SOMBRAS

Porque derramo la cordura que engendro

y  el corazón tiembla alocado.

¡Quién pudiera deslizarse

en sus adentros!

¡Quién prolongarse

en su medida!

¡Quién sopesar la herida

en la dimensión justa!

Porque la espesura de su cráneo

se hace intransitable

y trágica la visión conjunta.

Porque, infiltrada, se_ cuela secuela

un poso amargo y desdichado.

Porque la vista cansada

se torna ceguera en voluntad necrosa.

Porque el remanso fluido me derrota

y entre  sombreros de copa,

danza un corazón rampante.

Porque me adormezco a la sombra

y me enferma la humedad viscosa.

Porque añoro un tiempo

que atesoré en un legajo.

Porque se pudren

sus poemas gajos.

Porque aguardo.

[En tu biblioteca,

de autores estatuas,

repiensas en nada.]

ESTHER FERRER MOLINERO 

MI AMOR

Mi amor es infinito...
nunca será un barco a la deriva
que aplaca el temporal ocioso.
No debe aflorar,
en la profundidad dormida,
del que sueña con amar.
Mi amor es realidad.

Mi amor enmarañado
ahogado por desidia,
en el pasado,
ansioso y descarnado 
en esa ausencia.
Máscarón de proa,
mi amor, devora
y hiere al que no ama.
Mi amor vibrante,
oscila entre las olas

de azul pulsado.
Mi amor es fulminante,
ama y nunca muere.
Surca mares ultrajados
y engulle abismos rotos.

Mi amor es infinito...
no puede complacer
en la medida,
no existen varas de reglar
en esta absurda vida.
¡Cruda singladura!

Siente hambre de amorhasta el fín de las entrañas.

Mi amor es inmenso,
atrevido y justiciero.
Cuando imprime su llanto,
se quiebra el universo.
Mi amor es intensivo,
grita certero
y susurra urgente
en el abismo.
Mi amor se desliza,
transciende el laberinto,
brota firme y decidido, 
en un rostro enamorado.
Mi amor es esencial,
mi amor,
es necesidad de amar.

Mi amor es infinito...

no estado transitorio,
ni patria ni nación.
Mi amor cuida su estrella,
raja ropajes vacuos,
tiñe vendas libertarias
y reconforta a la musa.

Mi amor se ciñe en las alforjas
de aquellos que viajaron

buscando identidad.
Surge con fuerza,
cuál remolino
y nadie lo puede zanjar.
Cruza raudo,
como el destino
y se concentra en su signo: amar.
Mueve montañas
y pensamientos,
nadie lo puede arrasar.

Mi amor es frágil y suave
como la seda.

¡Mariposa que vuela!

Deslizante, movediza,
aunque firme en los anclajes.
Mi amor no es fronterizo,

trasciende lindes

y presiente volcanes. 

Mi amor es infinito...
nunca será un barco a la deriva
que aplaca el temporal ocioso.
No debe aflorar,
en la profundidad dormida,
del que sueña con amar.
Mi amor es realidad.

ESTHER FERRER MOLINERO

A Enrique, mi amigo de la infancia.