8/5/16

MUSAS


La musa
alisa el pelo suave,
se derrama en sudarios.
Cobijo sublime
y silencioso,
paños cálidos
que la tormenta empapa.
Los dedos se enredan
entre arpegios y cordones,
tejen trenzas yuxtapuestas.
Claves redondas ensimismadas.
Arpas de cuerdas densas
que se deslizan
por la espalda.
Onírico pensamiento,
formas dulces.



En el pecho,
una letra tatuada se desmorona
ajada de implorar
el líquido alimento:
ambrosía.
Cansada de sentir.
En el verso puntiagudo
la luz,
el paisaje
y el viaje intermitente.


Suenan melodías incompletas.
resquicios del frágil despertar.

Nace la poesía
y olvida su música.


Esther Ferrer Molinero

6/5/16

CASANDRA



Sus ojos verdes
eran pantanos extinguidos.
En la vaguada de la tierra mixta
nadie encontraría las pisadas
del martirio.
Ha olvidado todo el daño.
Se envolvió en su halo de misterio
y siguió la ruta literaria.
Se encontraba renovada,
en plenitud.
No va a regresar al triste pasado,
no necesita el apoyo amargo
de los hados.
El velo deja entrever el cuerpo nudo,
la cabeza enlaza inteligencia.
¿Casandra, dónde habitas?


Esther Ferrer Molinero