Su mano se extinguió
encastrada en la memoria.
Hundió su sueño negro,
entre la nieve dormida.
Ella, desapareció sin dueño ni cabeza.
Ella, la mano desmembrada de realidad.
Asidero de plumas, borrones y cicatrices.
Prolongación de espinas dolorosas que quedaron impresas.
Extensa de intenciones y sentimientos.
Ella sin más.
Ella liberó pensamientos
de nostálgicos apuntes
y pasado tierno.
Luego llegaron los vientos alojados en las brisas
y soplaron tiempo.
El tiempo del entretiempo.
El tiempo de K, el de la soledad.
Ella, manchada de permanencia
y de tintas ocre, impregnada.
Ella en paz con sus testigos.
Ella sin cambiar la faz del destino.
Ella en proceso de ser,
Ella en tránsito.
Ella ...
... sin perecer.
Ella ahuyentó el rumor de K, caduco.
Ella sin estancias.
Ella, sin paredes cuarteadas,
desprendida de carne blanda.
Ella, cortando hilos salivados.
Ella, congelada, desde la frialdad.
Ella era no_muerta, en realidad.
Ella descansó, colocó, los ojos rígidos,
en su mano.
Ella se extinguió.
Ella se quitó la carga del tiempo
y flotó para siempre.
ESTHER FERRER MOLINERO
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GUILLOTINADO EXPRÉS!!!
Cuchillos afilados, cuchillos sangrantes...
rodarán cabezas... ¡Qué le corten la cabeza!