3/3/15

A SANTIAGO VOY


Empiezo a pensar que el mal de Juan Palomo (solo mío) es un mal contagioso y siniestro. Ha llegado, incluso, a la familia (extensa) sin padrinos. Aunque todos sospechábamos que ese síntoma, como el de ser especialmente sensible, duraría poco. Podría ser tan breve como el track ‘Otra Inútil Canción Para la Paz’,  tema taquigrafiado, sin luz, por el mejor aspirante, de cuantos existen, a realizar un viaje (en patinete)  a Estocolmo y sin síndrome. 
 
¡Vaya! Todos sabían que el Coronel era "El Duque" (o lo soy yo) en una ‘Misión de Audaces’ imposible para “botar a esa muller de aquí”. El escribano, un avispado cartero en bicicleta, nunca podría haber sido funcionario porque no llamaba dos veces, ni siquiera, a cobro revertido. Pero no se preocupe,  coja el billete y el “A” tren de otro Duke y, si gusta, desvíese en el Transiberiano que parte de Moscú o de cualquiera de sus dos líneas adyacentes: B o C (Mongolia o China) hasta llegar a Pekín. Si parte desde Moscú abríguese bien porque el frío puede hacer que el tiempo dure mil años, algo así, como la ópera rock más precoz de Los Ramones.


Ahh y visite, de mi parte,  el Museo Tetriakov, acuda sin Picasso, que a falta de rayas habrá Rayuelas inacabables como las curvas de su ceguera. Póngase lentes, no sea que el vaso medio lleno, de tanto éxito en Arco, se vea medio vacío y, tan sólo, le den el premio de consolación por la Audacia.
 

ESTHER

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GUILLOTINADO EXPRÉS!!!
Cuchillos afilados, cuchillos sangrantes...
rodarán cabezas... ¡Qué le corten la cabeza!