Y quisiera escuchar tu llanto vidrioso
en horas y días hambrientos
de vidas ausentes.
En brasas moradas,
en espacios vacíos
de afectados suspiros.
En estancias dormidas
junto a mi propia muerte.
Y quisiera escuchar tu llanto,
alegre y fluido,
risueño, sin mofa.
Pero resuena tu risa huidiza
de capitán Neruda
en un río que llora.
Siento tu voz tatuada al recuerdo
en bocas dolientes de errores
y un cuerpo extrañado
de angustia y dolor.
ESTHER FERRER MOLINERO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GUILLOTINADO EXPRÉS!!!
Cuchillos afilados, cuchillos sangrantes...
rodarán cabezas... ¡Qué le corten la cabeza!