Montecristo vivía feliz. Ni siquiera,
las versiones de unas rimas recortadas
por ‘Il Barbieri de La Galleta’, que repartían a siniestro y regrababan
dos veces, podían impedirlo. El séquito de infantes tupidos contaba con la
ayuda de un traidor en horas bajas, un Coronel sin escribano, que intentaba abrir brecha con subterfugios
cabareteros en el espacio vital de Montecristo.
Montecristo contaba los días en
su retiro, se había marchado dos veces, algunos
quisieron cargárselo administrándole
medicamentos, otros quisieron ahogarlo “vestido de mar”. Montecristo se había
retirado de la partida contra la muerte para que ganase la enamorada de la
comedia. Montecristo está harto de recibir insultos, injurias, amenazas. A ver si lo entienden los tupidos Barberos de la Galleta "Montecristo hace tiempo que abandonó por hartazgo hacia los Intolerantes". Éstos, Los Intolerantes, realizaban incursiones, a golpe de machete, para eliminarlo, pero no daban
nunca en el clavo. Montecristo vive su vida sin molestar a nadie, déjenlo vivir en paz.
P.D.: Montecristo disfrutará de su libertad en redes sociales y musicales. Hará lo que le de la gana.
P.D.: Montecristo disfrutará de su libertad en redes sociales y musicales. Hará lo que le de la gana.
No continuará…
ESTHER
Qué grande Montecristo...
ResponderEliminarAbrazotes.
Un clásico!!
ResponderEliminarAbrazoso!