21/8/10


Tú, me dueles tú,
cuando respiro, me hieres tú.
Te inhalo profundamente,
te dejo expirar.
Tú, me dueles tú,
cuando me asfixio, me ahogas tú.
Te llamo insistentemente,
te dejo extinguir.
Tú, siempre tú, sólo tú, tú, me dañas.
Sólo tú, siempre tú, tú y tu arrogancia.

Como el aroma atrapado, permaneces.
Como la salvia líquida, te desvaneces.
Si me deshago de tí, te regeneras.
Un trago seco, empapa calaveras.

Si sueño contigo, el hueco te esconde.
Dulzor amargo, nunca responde.
Si te pienso, evoco tu silueta.
Tú difuminas, tú, trazo y pirueta.

Tú, me dueles tú,
cuando respiro, me hieres tú.
Te inhalo profundamente,
te dejo expirar.
Tú, me dueles tú,
cuando me asfixio, me ahogas tú.
Te llamo insistentemente,
Te dejo extinguir.
Tú, siempre tú, sólo tú, tú, me dañas.
Sólo tú, siempre tú, tú y tu arrogancia.


ESTHER FERRER MOLINERO

2 comentarios:

  1. Precioso, y muy intenso. Casi parece más una canción, una copla desgarrada. La estrofa tambien remite a una estructura musical. Enhorabuena. Ahora, tras leerte, voy a que me metan en una cámara de descompresión, como a los buceadores que se han quedado sin oxígeno.

    ResponderEliminar

GUILLOTINADO EXPRÉS!!!
Cuchillos afilados, cuchillos sangrantes...
rodarán cabezas... ¡Qué le corten la cabeza!