18/11/12

¡MALDITA MUERTE!





¡Qué tristeza infinita,

soñar con la muerte!

Muerte en vida del viajero

que funde la cúpula del cielo.

Muerte del sonido oscuro.






Apagón,

en una mirada hacia el abismo.

Abandonarse,

perderse en el trágico invierno

de una suerte inacabada.

¡Ingrato tiempo

de un largo caminar hacia la vida!

¡Ser mortal!






Quietud profunda

hasta entornar los ojos

yaciendo adormecida.

Descansar.

Hallar el espacio,

encontrarse en el abrazo prolongado.

Soñar que estaba allí,

en aquel lugar incierto.

Frío y desierto,

gélido al congelar la mano.

Y dentro de la casa, el fuego ardiente

y yo soñando con la muerte.

Soñar, soñar en vida.




¡Qué grandeza inoportuna!

Encontrar la fragilidad del tiempo

y envolverlo.

Sentir el deshielo

y el viento arropado por el aire fresco.

Escuchar el sonido de la tierra

y sus entrañas,

ampliar el silencio.

Encajarlo y guardarlo.

Tomar la quietud.





Huesuda maldita:

Maldita de soñar con frío,

maldita de aguardar con miedo,

maldita de sembrar lo incierto.

¡Maldita,

compañera esquiva o acechante!

Mujer de cráneo hundido,

intrusa del rojo impar.

Nunca esperada ni aceptada,

aderezada en mil batallas.



¡Muerte desalmada,

maldita muerte!


ESTHER FERRER MOLINERO

1 comentario:

  1. Como me gusta la primera estrofa y la penúltima! Son en si mismas un poema.
    Un beso Esther.

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GUILLOTINADO EXPRÉS!!!
Cuchillos afilados, cuchillos sangrantes...
rodarán cabezas... ¡Qué le corten la cabeza!