8/1/13

AQUELLOS OJOS, ESTOS OJOS









La herida cicatrizaba
cuando sus ojos hayaban
el arrecife.
La herida,
donde no encallaron
grandes buques,
el tránsito.
La herida,
la brecha del dolor
que las sirenas aplacan,
su refugio.


El tiempo,
una parada del destino.
Durante,
un instante.


Aquellos ojos incendiarios
serían mi remanso.
Aquellos ojos, ultramarinos,
eran mi sino.
Aquellos ojos,
los soñados en los sueños.


La vida era bálsamo,
si aquellos ojos,
eran estos.


ESTHER FERRER MOLINERO

2 comentarios:

  1. La herida,
    donde no encallaron grandes buques,

    Me encanta. Un beso Esther y que tengamos un año bonito. Te recuerdo y te leo

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GUILLOTINADO EXPRÉS!!!
Cuchillos afilados, cuchillos sangrantes...
rodarán cabezas... ¡Qué le corten la cabeza!