20/9/13

LO PENSÉ MIENTRAS DORMÍA





Lo pensé mientras dormía.

Las caras de la realidad están enquistadas,
son signos inequívocos del fluir en un pretérito adolescente.
Forman la parcialidad del espejo roto y sólo percibimos una verdad encapsulada,
la del ojo cegado por la voluntad de la mayoría.
Una única verdad en el panteón opresivo: la del estado aniquilador de... [sueños]
Una demarcación que inhabilita en el estatus del ser para estar “dormidos”.  


Mientras, Leviatán deforma su visión en panorámica.
Limita derechos y libertades hasta crear asperezas.
En el ágora social surgen erupciones cutáneas enmascaradas por su granulosis:
el pensamiento político es el acné y no queremos curarnos.
Ninguna solución a corto plazo, muestra el camino en el presente inmediato.
Leviatán,  la bestia,  vomita lava y cuando lo hace,

arrasa el futuro sin remisión ni posibilidad de vuelta atrás.
Situaciones del prurito sin causa ni enjuiciamiento.


¡Despierta!

Los sesos dormidos se estrangulan punzantes como culebras.
Serpentean cuando se propone una reforma estructural
que incide como el travesaño en todas las áreas.
-No pienses, simplemente, actúa- asegura LaBestia.
¡Despierta ya, antesala de lo penal!
¿A qué aguardas?
Lo que vamos a enjuiciar no es un delito ni siquiera mancha,
tan solo incordia para que saltes y grites:

¡BASTA DE CALLARSE!
¡Ruido, Leviatán, Ruido de conciencias apiñadas!
Nada ha sido programado porque LaBestia ya no es el Estado ente. 
Es la cabeza pensante de un yo colectivo.  
Nace del yo invisible y oculto que despierta.


¡Despierta!

No existe dolo ni culpa.
Vamos a cometer falta leve,
un dictado del pulso con sentencia firme.
Una última voluntad robada a su testaferro, Leviatán dormido.
Una reforma Constitucional que toque los tres poderes.

Ante el desfile de muñecos con toga en los juzgados, surge ella,

la más bella entre las bellas:

La Justicia. 
La divina, la sutil, la Justicia leyendo en su atril, una ley injusta.


¡Despierta!

-Justicia: Cuando miras y comprendes tienes cara de muñeca,
muñeca impertérrita de ojos vidriosos.
Ojos sin vendas.
Muñeca de ojos en su punto de sal.
Muñeca impasible, no dejes que Leviatán dormido, juegue contigo. -


¡Despierta!


Al despertar, esa muñeca que llamamos equidad salta de sus platillos
y se abalanza en equilibrio inestable sobre nosotros.  Es inestimable.
Inestimable valor, el suyo.
En tono suave y sedoso, como la venda que desata, pronuncia:

- Vuestra verdad nunca se corresponde con la mía- dicta Justicia.
-¿Y sabéis por qué? -
-Porque los límites de la realidad nunca son planos.-

¡Despierta!

Lo pensé mientras dormía.

ESTHER FERRER MOLINERO

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GUILLOTINADO EXPRÉS!!!
Cuchillos afilados, cuchillos sangrantes...
rodarán cabezas... ¡Qué le corten la cabeza!