
Concentra la gravedad del abandono.
Sueña en caída libre hacia el centro de tí.
Sopla el viento que te empuja, de costado.
(Violines...)
Te desperezas y, en la mañana, deshaces la maraña.
El alba corta, con sigilo, el hilo de la preocupación.
Lienzos. Sábanas. Viaje en globo.
Estiras los pensamientos y, entonces, te dimensionas.
Incisa. Precisa.
Poco a poco, primero el brazo.
Luego, la prolongación, de tí, de mí.
Ensamble.
El sueño aplaca encadenado.
Suspiras y adviertes que el soplo te fortalece.
En la enredadera de la mente esquiva, encuentras la salida.
Disipas la gravedad.
Altiva,
sobrevuelas...
ESTHER FERRER MOLINERO