
Sonreíste y escuché el sonido.
Tú, me hablabas en silencio.
Distante,
creí escucharte.
Advertías con mirada indecisa,
anunciabas una ausencia profunda.
Huías de tí,
de mí,
de nada.
Deseabas el olvido del mar.
El viento,
se arremolinaba, sediento.
Sentí que había estado aguardando nada,
todo el tiempo.
ESTHER FERRER MOLINERO
Sentí que había estado aguardando nada,
ResponderEliminartodo el tiempo.