¡Qué se pudran los envidiosos,
esos que no tienen ángel,
qué se acaben sus letanías sin ritmo,
qué adormecen a los alegres!
¡Qué se mueran de tristeza y cobardía
porque se ocultan en su fachada de mal
y esa es su perdición y vileza!
¡Qué fallezcan sus letras perdidas
en el saco de la muerte
porque la vida nunca los mira!
¡Qué desaparezcan de la suerte
y se expriman sus codicias
porque son verdugos sin alma,
ángeles del infierno desgraciados!
¡Qué desciendan a su tristeza congénita.
Qué dejen a los vivos ser felices.
Qué abandonen a los vivos!
ESTHER FERRER MOLINERO
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GUILLOTINADO EXPRÉS!!!
Cuchillos afilados, cuchillos sangrantes...
rodarán cabezas... ¡Qué le corten la cabeza!