
Velas tibias se deshacen en penumbras
y languidecen tras la ventana entreabierta.
Estoy aquí, al otro lado, soy tu alma, te añoro y lloro.
Vago perdida en el abismo sombrío de los condenados.
Ahora sí, proyecto mis deseos. Son inalcanzables.
Mi cuerpo doliente aún tiembla al mirarte. Cicatrices.
Dormitaba, te aguardaba, siempre espero, palabras...
Respiro de ausencias perforada. ¿Nunca reparas?
Me observo al final del laberinto,
y languidecen tras la ventana entreabierta.
Estoy aquí, al otro lado, soy tu alma, te añoro y lloro.
Vago perdida en el abismo sombrío de los condenados.
Ahora sí, proyecto mis deseos. Son inalcanzables.
Mi cuerpo doliente aún tiembla al mirarte. Cicatrices.
Dormitaba, te aguardaba, siempre espero, palabras...
Respiro de ausencias perforada. ¿Nunca reparas?
Me observo al final del laberinto,
entrelazadas alas decrecen mustias.
Cayendo envanecida en el espejo,
Cayendo envanecida en el espejo,
respondo a los que no pienso. Nunca reparas...
Artificios desvaídos no disipan mi gravedad.
Galopantes latidos, a contratiempo, perdidos asonantes.
Aletargada desapareces, fugitiva, inflamada, delirante, altiva…
Reclamo silencio en llamas y apago tu pira funeraria. Nunca reparas...
Me consumo, extinguida, declino mi pabilo. Fuego fugaz.
Los cirios no prenden avivados por los sueños. Nunca reparas…
Ahogo mis dudas en la laguna profunda del abandono. Acallo sus voces.
Contemplo, triunfante, mis manos manchadas por sanguinas.
Artificios desvaídos no disipan mi gravedad.
Galopantes latidos, a contratiempo, perdidos asonantes.
Aletargada desapareces, fugitiva, inflamada, delirante, altiva…
Reclamo silencio en llamas y apago tu pira funeraria. Nunca reparas...
Me consumo, extinguida, declino mi pabilo. Fuego fugaz.
Los cirios no prenden avivados por los sueños. Nunca reparas…
Ahogo mis dudas en la laguna profunda del abandono. Acallo sus voces.
Contemplo, triunfante, mis manos manchadas por sanguinas.