Sombra acorazada sin razón, tenebroso sino sin suerte,
Besa sus labios fundidos, ahoga en su savia, gritos grana.
Trenzando pestañas de hilos prietos, la musa desvanece,
sobre su cama marmórea, seda trama, etérea, languidece.
Besa sus labios fundidos, ahoga en su savia, gritos grana.
Trenzando pestañas de hilos prietos, la musa desvanece,
sobre su cama marmórea, seda trama, etérea, languidece.
Soledad insoportable encubierta, la yerta suerte muerta.
La ninfa de túnica alegre, abraza a la pálida enferma
de alas caídas y sombras leves. Luzbel, reverso asedia.
Tediosa incertidumbre, Eros plegado, se desmorona.
El caballero armado de roja arroja, en tiniebla loma.
La ninfa de túnica alegre, abraza a la pálida enferma
de alas caídas y sombras leves. Luzbel, reverso asedia.
Tediosa incertidumbre, Eros plegado, se desmorona.
El caballero armado de roja arroja, en tiniebla loma.
El invisible despedaza el día, duerme, la muerte muerta.
Apocalípticas cavilaciones, estruendosas rachas vivas
reducen al jinete albino, enzarzado, en su corcel destino.
Gusanos lanceros supuran tintas flechas. Dardos crujen.
Arco lunar enfundando la noche oscura. Lucero dulce.
Apocalípticas cavilaciones, estruendosas rachas vivas
reducen al jinete albino, enzarzado, en su corcel destino.
Gusanos lanceros supuran tintas flechas. Dardos crujen.
Arco lunar enfundando la noche oscura. Lucero dulce.
Soledad insoportable encubierta, la yerta suerte muerta.
Encrucijadas. Caballeros postreros al Hades claman.
¡Tanatos, la musa navega, segura surca la Estigia laguna!
Un yelmo invisible ha ganado ¿salvará a la viva muerta?
La ninfa emerge de las aguas y gime: ¡duerme la musa!
¡Tanatos, la musa navega, segura surca la Estigia laguna!
Un yelmo invisible ha ganado ¿salvará a la viva muerta?
La ninfa emerge de las aguas y gime: ¡duerme la musa!
El invisible despedaza el día, duerme, la muerte muerta.
Soledad insoportable encubierta, la yerta suerte muerta.
Esther Ferrer Molinero
Soledad insoportable encubierta, la yerta suerte muerta.
Esther Ferrer Molinero
"El invisible despedaza el día, duerme, la muerte muerta."
ResponderEliminarArrebatadora musa enferma.
Molinero, me encanta a maneira que você transforma minha pobre prosa em uma rica poesia. Transformadora, perturbadora. Viva!
Bicos, Bucciarelli
El río está rojo en mi cabeza
ResponderEliminary los buhos gritan en la noche.
Cuando los pinos comienzan a llorar ¿Cómo te sientes?
Si el río está seco ¿Cómo te sientes?
La locura, el final del arco iris,
es sólo una guarida para los que se esconden.
Que esconden su amor en las profundidades de la vida. Y los sueños en ruinas que todos conocemos.
¿Qué busca Sileno en la Musa enferma? La confitura de su verbo, la inspiración de su poesía, la sugestión de su prosa.
Sileno.
Querida Bucciarelli,
ResponderEliminar¿¿POBRE PROSA?? vose posui unha sensibel, fonda e desgarradora prosa que arrepía dende as miñas entrañas, compoñendo harmonías nun lenzo esbrancuxado, cun ritmo cautivador.
Parabéns, instrumentista da palavra!!
Biquiños.
Querido Sileno,
Los bosques silban melodías ausentes,
lloran sueños, de la ciudad prohibida.
La musa murmura estridencias incesantes
de gusanos insanos y vasijas hirientes.
Los pozos se regeneran subterráneos.
La locura, fiel estratagema de templos
derrumbados, escape de la mediocridad.
En la caverna, Platón, abandona miedos.
Siento a borbotones, desangrada defectuosa.
Ríos sensibles, crecidas esquivas del abandono,
remansos apacibles bajo versos, reconfortan.
Diluida muerta ensangrentada, descarnada.
Siento, si sentir es un exceso,
por defecto siento sin sentido.
Miento, si mentir es una farsa,
comediante mentirosa soy.
¿Cuándo hablas, cuándo sientes, cuándo cantas, cuándo amas, tu cuerpo rezuma poesía?
ResponderEliminar¿Porqué lírica inhalas? ¿Para saciar tu ego?
¿Qué siente la linfa de tu herida?
¿Qué sientes? ¿Sientes aprecio excesivo por ti misma?
Sileno
Querido Sileno,
ResponderEliminar¿Es divertido hacer preguntas encubiertas -sobre la musa enferma- siendo anónimo?
Explica eso mismo con nombres y apellidos y te responderá... la musa!!!
Simplemente soy Sileno, un viejo sátiro y dios de la embriaguez, leal compañero de festejos de Dionisio.
ResponderEliminarDicen que cuando ando achispado poseo el don de la profecía. Sinceramente te diré que después no recuerdo nada de nada. Dicen que me parezco a Sócrates, pero en fin, recuerda que en el fondo sólo soy un sátiro alegre y pícaro.
No es tan difícil de reconocer
Estas cosas nos resultan claras a todos de vez en cuando.
Tienes la cara resquebrajada de tanto sonreir,
todos los temores que has estado ocultando.
Somos aguilas de un nido que está en nuestra alma.
Sileno.
Querido Sileno ¿o no?,
ResponderEliminarLa musa enferma está triste:
"Yo confieso... reflexión intrascendente,
tú no recordarías nada... profeta evidente.
Etéreo Sileno, volatilizado y embriagado,
diluido navegas, en fluido etílico derramado.
¿Aprecio excesivo por mi misma? ¡Tristeza!
¿El tono burlesco me acompaña? ¡Ligereza!
¿Descrédito y hostigación? ¿Te ensañas?
Mi cara, sonriente, careta es.
¿Careta ajada y resquebrajada?
Sino de edad avanzada.
¿Aguila de un nido interior?
¡Creía ser roja descarnada!
¡Incomprensión!"
Sileno,
ResponderEliminarHe decidido no volver a hablar con un anónimo.
Saludos.
No hables con anónimos,
ResponderEliminarsólo están ahí para hacerte daño.
No escribas en las estrellas,
porque tus palabras podrían hacerse realidad.
No te guardes tras la puerta,
podrías encontrar la llave que abre tu alma.
No emigres al cielo,
porque en realidad es sólo un infierno.
No olfatees las flores,
son malvadas drogas que te harán perder la cabeza.
No sueñes con hombres,
porque sólo eso te hará caer
Excusa si te he molestado en algo.
Sileno,
ResponderEliminarNo te preocupes, no hay nada que excusar.
Un saludo.