
Esculpe estatuas de sueños dormidos
que expiran en silenciosos escombros.
Del tintero sangrante, sepulta las gotas,
partituras pensantes, afinan sus notas.
Letras, granadas acciones. Desencanto.
Signos mudos sin voz, derruido llanto.
¿Quién sois, acorazado lancero, de las noches tibias?
¿Quién sois, acorazado lancero, de las noches tibias?
Un hallazgo en el rincón oculto de la pútrida soledad.
El abismo no resguarda, obsesiva necesidad insomne.
Al escuchar el lamento del sollozo, veo mi rostro pálido.
Perfila imágenes de sueños dormidos
que expiran en silenciosos escombros.
Del tintero sangrante, sepulta las gotas,
partituras pensantes, afinan sus notas.
Letras, granadas acciones. Desencanto.
Signos mudos sin voz, derruido llanto.
¿Qué buscáis en tierra de nadie, suspendida, al acecho?
Huida sin salida, reflejos interiores, pánico. Desolación.
El hueco borrador no detiene el tiempo, sólo, la caída.
Inhalando su ausencia, en el cuarto siniestro, sin aire.
Huida sin salida, reflejos interiores, pánico. Desolación.
El hueco borrador no detiene el tiempo, sólo, la caída.
Inhalando su ausencia, en el cuarto siniestro, sin aire.
Bosqueja rostros de sueños dormidos
que expiran en silenciosos escombros.
Del tintero sangrante, sepulta las gotas,
partituras pensantes, afinan sus notas.
Letras, granadas acciones. Desencanto.
Signos mudos sin voz, derruido llanto.
Esther Ferrer Molinero