Desde el reino del Hades armonizan
Orfeo y Eurídice, arpegios, amenizan.
La pálida su sino demora, si entonan
contraídas notas, pulsaciones, brotan.
¿Sierpes sientes? ¿Agujeros notas?
Punzón veneno, vanas venas rotas.
Pitón lancero, púa, aguijón certero.
Eurídice afina su canción, sin sombra.
Diluye en su perfil, a su amor alondra.
Efímera ninfa desvanece, huye y fenece.
Esbozada sonrisa, esencia surge y bulle.
¿Sierpes sientes? ¿Agujeros notas?
Punzón veneno, vanas venas rotas.
Pitón lancero, púa, aguijón certero.
Retardada infeliz, dilata ritmos lentos,
delicias concertadas, sonidos muertos.
Un solo infernal ruge soplando viento,
sus alas bufan caricias, de seda lienzo.
¿Sierpes sientes? ¿Agujeros notas?
Punzón veneno, vanas venas rotas.
Pitón lancero, púa, aguijón certero.
Orfeo, cantos amados agoniza. Lira
estrofas sangrantes, arias, sintoniza.
La enferma enjuga y orea lágrimas,
su alborotada melena, lima áridas.
¿Sierpes sientes? ¿Agujeros notas?
Punzón veneno, vanas venas rotas.
Pitón lancero, púa, aguijón certero.
Esther Ferrer Molinero
Me alegro comprobar lo prolífico de tu creación...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo desde el Otro Lado.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDe todos los pedazos de Orfeo, ¿a cuál darías sepultura, mi pequeña Eurídice?
ResponderEliminarSPNB
Amigo Borja,
ResponderEliminarProlífica, aunque de ritmo lento!!
Abrazos y besos!!
Amiga Nena,
¡Nunca he sido Eurídice! hija del astro Helios.
Orfeo no habita en sepulcros lúgubres y fríos.
Sus pedazos desgarros, trascienden sinfonías,
se esparcen en la galaxia, sus dulces melodías.
Acordes se reclinan en los lechos de la vida,
y en el reino de Hades, yacen viejas armonías.
Vibran notas sutiles, en las estancias vacías.
Su música increscente, de diestras sintonías,
embriagan a las musas, con cantos y alegrías.
Las musas lujuriosas, han sepultado su cabeza.
¿Cómo soterrar el llanto de su amada tristeza?
Orfeo, entonando, en sus constelaciones, vive.
La musa enferma dice: ¡nunca he sido Eurídice!
Biquiños!!