26/12/11

DESEOS DE COLLARÍN







La sorpresa anuda la variabilidad
y el deseo, inalcanzable, atrapa disidente.


El anhelo empapa con su aroma floral.
Gira en espiral, obsesivo y permanente.



Desata la fragancia que evapora el sinsentido,
y adhiere la miel de la sinestesia.




Los deseos son cuadrados, estriados,
y estampados como sellos.
Lacrados, impresos y numerados. Sellos inclasificados.
Racionalistas de itinerario azaroso
que no postean, por descarte.




Los deseos vuelan estarcidos
cuando pasan por el filtro.
De amor...



Deseos de collarín.



Sin pervertirlos por exprimirlos,
sin extraerle la pulpa a la sustancia,
sin espinar la rosa del azafrán
ni enviar, al correo del Zar.


Deseo que el beso os sorprenda, cada día.
Desearía, alegría, en letanía.
Deseo miradas y verdades, deseo complicidades.
Deseo fundamentos, acciones y consecuencias.
Presencias, que no sean procesadas. Elocuencias.
Recesos sin aplazamientos. Injerencias.



Tiempo.




Libertad para el preso condenado.




Calma.




Deseo igualdad y oportunidad,
como ausencias del hueco borrador.




Deseo que la luz reconforte
y calme las heridas. Cauterizadas ya.
Deseo caricias.
Mesura en los dolores propios y ajenos.
Ternura, cordura y suerte.




Ya no deseo la muerte

ni ensueños del sepultador.



Deseo que la melancolía, caprichosa, huya.
Que el misterio, persuadido, prevalezca.
Deseo comprensión, viento y aliento.
Os deseo, a cada cual, vuestro alimento.


Deseos de collarín.



Sin pervertirlos por exprimirlos.
Sin extraerle la pulpa a la sustancia.
Sin espinar la rosa del azafrán
ni enviar, al correo del Zar.






ESTHER FERRER MOLINERO

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GUILLOTINADO EXPRÉS!!!
Cuchillos afilados, cuchillos sangrantes...
rodarán cabezas... ¡Qué le corten la cabeza!