3/12/09

JUZGADA VERDAD


Me siento en el estrado muy centrada ¿será el de los acusados?
Para hablar de la ignominia del infame amedrentado que señala,
sin saber que el reo de muerte no ha sido juzgado, por suerte.
Me levanto con la verdad en la frente y una mente discerniente,
en la disyuntiva no atina el sentido del que ha encontrado su razón.
La verdad más subjetiva, que pudiera ser falaz y farsa ¿no es real?

Si el objeto de la prueba no es veraz, la prueba nunca ha existido.
¿Y en el caso de que el reo haya sido un aliado de las Moiras viles?
En su defensa audaz siempre queda el sufrido beneficio de la duda.
El que creyendo en el engaño piensa que su hora fatal ha llegado,
no entiende que la verdad certera es la lucha del que nunca ceja.
¿Y en el caso de que la verdad sea una locura de interés cegado?

La espera del inculpado habría merecido la pena, si es absuelto.
Un sentenciado no litigará lúcidamente sin probar sus artificios.
Le espera la horca y la soga censora es un lazo pesado, ahoga.
¿Quién ha decidido que muera si la balanza ha decantado su sino?
La fatalidad de los que mueren siendo su vida su única morada,
la realidad del que cree que su verdad nunca será comprobada.

¿En qué momento comencé a entender y cuando dejé de ignorar?
Cuando presionaba la soga, en ese momento comprendí la verdad.
La vida no es una cruzada sin fin luchando en una guerra amañada.
He librado batallas encarnizadas en campos profundos y yermos,
ahora, sólo me queda luchar porque la verdad sentencia a la muerte.
No creo en los farsantes de falsas comedias, tal vez, en la beligerancia.


Esther Ferrer Molinero

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GUILLOTINADO EXPRÉS!!!
Cuchillos afilados, cuchillos sangrantes...
rodarán cabezas... ¡Qué le corten la cabeza!