2/2/09

MOJARSE CON RAZÓN (Columna publicada)

Silencio…“Me mojo, me mojo…” Esto es lo que repetía insistentemente, un niña, cuando en su tierna infancia y colocada debajo de una gotera, se resistía obstinada a abandonar el chorreo acompasado que, sutilmente, resbalaba por su cabecita caprichosa.
Silencio… leve sonido de un tic-tic… como aquel martilleo increscente que producía el goteo. La ‘resaca’ ha hecho acto de presencia en la escena. La resaca por falta de hidratación, de fuentes, de información. La resaca es la actriz principal, también es el mar de fondo. Es la prima donna, en su decrepitud. Su interpretación un tanto histriónica y gesticulante, más bien parece la de Norma Desmond (Gloria Swanson) en el “Crepúsculo de los Dioses”.
Silencio… aparece Norma, actriz de cine mudo en plena decadencia que sufre por la imposibilidad de trascender al cine sonoro. Padece la ‘resaca’ que provoca el estrellato y la fama en noches estelares. El silencio es menos dañino para la ‘resaca’, más respetuoso, aunque también más gélido y cruel. El sonido del comienzo de la película de B. Wilder es la voz en off de un muerto que resucita narrando la historia de su silencio. ‘La resaca’, al igual que Gloria Swanson y el golpe de mar, van y vienen tambaleándose. ‘Gloria y Norma’ se deslizan por la escalinata del ocaso en una última aparición, sabiendo que sus palabras ahogan el silencio y éste ya no tiene presencia escénica.
Silencio… y sonido. Naveguemos hacia el sonido, busquemos las palabras, a veces inexactas. El silencio es necesario para los diálogos. Esto aconteció en el paso del cine mudo al sonoro y también sucede cuando no hay ‘diálogo’ en un conflicto armado, sea del tipo que sea. Démonos un masaje capilar después de “mojar” ahora sí, con razón, nuestras cabecitas pensantes, en un yacuzi relajante.
Esther Ferrer Molinero.

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GUILLOTINADO EXPRÉS!!!
Cuchillos afilados, cuchillos sangrantes...
rodarán cabezas... ¡Qué le corten la cabeza!