Estamos suficientemente preparados, sin embargo, las empresas siguen aprovechándose de nuestra imposibilidad de trascender en el mercado laboral. Jóvenes licenciados con formación de Post-grado, varios Master y algún Doctorado, se ponen las pilas ante la carrera de obstáculos que proponen las empresas más competitivas.
Nuestra vida transcurre como en una película del Oeste. Luces, cámara y acción. Escenas superpuestas que graba la cámara fija. Nuestra retina filma un fundido en negro ante una transición que no llega. Un encadenado puede suplir un final inesperado. Ante esta situación de competencia feroz nuestras ilusiones se apelotonan, se satura la paciencia y desciende nuestra autoestima, hasta límites subterráneos.
La película de nuestros sueños transcurre lentamente. Poco a poco, se desvanecen las aspiraciones que habíamos proyectado en la inocencia. Flasback adaptado a esta nueva realidad. Nos situamos en el disparadero de un Duelo al Sol.
Un buen día suena el teléfono y ya estamos otra vez en circulación. Somos moneda de cambio, somos algo que se revaloriza si cesar, somos un fundido en blanco, somos, quizá, un final feliz.
Esther Ferrer Molinero.
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GUILLOTINADO EXPRÉS!!!
Cuchillos afilados, cuchillos sangrantes...
rodarán cabezas... ¡Qué le corten la cabeza!