30/3/09

SIN PALABRAS (la muerte en su burladero)



YA VIENE, YA CALMA, YA CUAJA...
La muerte espera tras esa cortina rasgada,
Narciso, hazla pasar.
La incertidumbre no espera, la muerte aguarda.
Si en el tránsito impaciente se dilata,
su trance posterga la noche entera.

Narciso, baja el telón que se derrama su savia,
no es flujo, ni savia, son ríos de lava.
¿Y no sangra la herida, Narciso?
No sangra, no hay plasma, es aqua.
¡Narciso, dispón que la esparzan!

Dime, huesuda... ¿cómo el jinete de la sombra,
caballero errante de la ciudad postrera,
me conducirá a tu sepulcro blanqueado?
Sin tregua, vendiste tu alma al diablo, Narciso.
Perpetuaste con tu esencia, tu sentencia.

Estoy dormido, no muerto.
Aguarda... ¿qué sonido escuchan mis oídos?
Música celestial, la entona un coro silente.
Entonces... ¿los vivos no cantan al alba?
Sus quejas no loan, acallan.

¿Qué entonan, qué alaban?
Una marcha triunfal silenciosa,
un cántico coreado de voces sigilosas.
¿Un Réquiem de malditos?
Un Réquiem de caídos.

Ya viene, ya calma, ya cuaja...
La que suspira inicia su andadura.
¿Hacia dónde viaja, que no pausa?
Hacia la catacumba, es tu fortuna.
Ya viene, ya calma, ya cuaja...

Esther Ferrer Molinero.

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GUILLOTINADO EXPRÉS!!!
Cuchillos afilados, cuchillos sangrantes...
rodarán cabezas... ¡Qué le corten la cabeza!