8/3/09

OPERACIÓN BIKINI (Columna publicada)



Pongámonos un bikini y dejémonos llevar por la ola juguetona. Ahora que hace calorcito y la astenia primaveral perfora nuestro lugar de trabajo, no podemos evitar que los socavones agujereen nuestra eficiencia. Os aseguro que no estamos hablando de especulación urbanística y, mucho menos, de la criticada ley de costas.
Nuestra inapetencia delante del ordenador, nos transporta hasta el paisaje quebrado de nuestras playas. Paisaje quebrado, no por lo escarpado del acantilado, sino por el feísmo arquitectónico que nos invade. Quebradas, como las líneas rotundas que lucen algunos cuerpos torrefactos. Quemados e indignados, por los incendios que arrasan la sombra fresca del pinar. En compensación, bebemos un café con filtro, a ver si podemos colarnos y terminar antes la jornada laboral. (Una foto de nuestras últimas vacaciones discurre a cámara lenta por nuestra retina).

Algunos consejillos para meter la tripa:
1.- Irnos a la playa con el tupper, el bocata y... la bolsa de basura para recoger los desperdicios que nos descomponen. Si se quiere bajar un kilo más, aprovechar y limpiar toda la playa.
2.- Vuelta y vuelta con protección y chapuzón incluido, no queramos perder la carne a trozos. La parrilla y los fuegos, mejor dejarlos para las fiestas del pueblo que son artificiales.

Nos quedamos de una pieza, mejor dicho de dos, con el ‘bikini’ a cuadros…
La ley de costas dará mucho que hablar. Utilicemos la otra ley, la del embudo, para filtrar un café amargo difícil de digerir.
Esther Ferrer Molinero.

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GUILLOTINADO EXPRÉS!!!
Cuchillos afilados, cuchillos sangrantes...
rodarán cabezas... ¡Qué le corten la cabeza!